Wolverine Worldwide sigue acusando el impacto de la Covid-19. El holding estadounidense, propietario de marcas como Merrell y Saucony, ha disminuido su beneficio neto interanual en casi 100 millones de dólares en los nueve primeros meses de 2020, hasta 32,6 millones de dólares (27,7 millones de euros).
Mirando únicamente al tercer trimestre, entre julio y septiembre, su beneficio neto cayó en 27 millones de dólares, hasta 21,7 millones de euros (18,4 millones de euros). Pese a todo, Blake Krueger, consejero delegado del grupo, ha asegurado que “los resultados del tercer trimestre son mejores de lo esperado, ya que Saucony y Chaco han crecido a ritmo de doble dígito interanual, mientras que Merrell y la línea de ropa laboral han mejorado su facturación respecto al primer semestre”.
Las ventas de Wolverine entre enero y septiembre han caído un 23%, hasta 1.281 millones de dólares (1.086 millones de euros). Atendiendo únicamente al último trimestre el desplome en la facturación es menor, de sólo el 14%, aunque aún insuficiente para salvar el año, según Wolverine.
La vuelta a la senda del crecimiento llegará a partir de 2021. “Nuestra estrategia digital y la visión sobre los canales de venta nos deberían permitir volver a crecer”, ha añadido Krueger. Los objetivos de Wolverine son “mantener el foco en un flujo de caja positivo, un balance saneado, dar beneficios y preparar a la compañía para el año que viene”, indica el ejecutivo.
El grupo no desvela ni la facturación que aporta cada marca, ni tampoco los ingresos obtenidos por líneas de producto o países.