Under Armour va camino de convertirse en una de las marcas que salen más reforzadas de la Covid-19. Las principales multinacionales superan ya su cifra de negocio prepandemia y revisan sus previsiones al alza, y Under Armour no solo sigue su estela, sino que deja atrás la crisis financiera de los últimos tres años. A cierre de los nueve primeros meses de 2021, ha ganado 250 millones de dólares (216 millones de euros).

El beneficio neto contrasta con las pérdidas de 733,6 millones de dólares (633 millones de euros) que se anotó entre enero y septiembre de 2020 por la pandemia. También es el más alto de su historia en este período, y deja atrás cinco años de altibajos en su resultado neto, en los que llegó a pactar el pago de una multa de nueve millones de dólares a la SEC, por inflar las ventas entre 2015 y 2016.

La compañía, sin embargo, se encuentra en su mejor momento en los últimos años. Las ventas se han disparado un 35,3% hasta septiembre, hasta 4.154 millones de dólares (3.588 millones de euros), y ya supera holgadamente los niveles prepandemia. Además, ha revisado sus previsiones al alza para el cierre del ejercicio, en el que espera facturar un 25% más.

En cuanto a sus ingresos por líneas de productos, el textil aporta más de la mitad de las ventas de Under Armour, con 2.742 millones de dólares (2.368 millones de euros), un 40% más que en el mismo período del año anterior. Le sigue el calzado, con 981,4 millones de dólares (847,6 millones de euros), y un alza interanual del 41,5%.  

Los accesorios, por su parte, facturaron 355,2 millones de dólares (306,8 millones de euros), un 31% más, mientras que la venta de artículos licenciados se disparó un 48,3% interanual, hasta 76 millones de dólares (65,6 millones de euros).

Por territorios, Norteamérica aporta casi el 60% de las ventas totales, con 2.747 millones de dólares (2.372 millones de euros), un 36% más interanual. La región que más creció fue Asia-Pacífico gracias a China, y ya factura 614,5 millones de dólares (530,7 millones de euros), un 54,5% más. El segundo lugar aún lo ocupa Europa, Oriente Medio y África (Emea), cuyo negocio se disparó un 47%, hasta 642,3 millones de dólares (554,8 millones de euros).