Under Armor sigue recuperándose de la pandemia, aunque con un beneficio a la baja. La firma estadounidense cerró el tercer trimestre del ejercicio fiscal 2022-23 con un volumen de negocio de 4.504 millones de dólares (4.201 millones de euros), lo que supone un incremento de un 1,7% interanual. A pesar de este aumento, logrado gracias a la venta de calzado, Under Armour vio recortado su beneficio en un 23%, hasta 216 millones de dólares (201 millones de euros).
Esta cifra incluye los 45 millones de dólares (41,9 millones de euros) de beneficios que la venta de la plataforma MyFitnessPal y una desgravación fiscal relacionada con el ejercicio anterior por valor de 2 millones de dólares (1,8 millones de euros). Excluyendo ambas partidas, el beneficio neto ajustado fue de 76 millones de dólares (70,9 millones de euros).
El principal motivo del freno que vivieron sus ganancias fue la caída del 9,2% de las ventas de accesorios. Por este concepto ingresó 312 millones de dólares (291 millones de euros). La ropa deportiva también sufrió un retroceso del 1,6% en los primeros nueve meses del año fiscal. Entre abril y diciembre de 2022, sólo incrementó sus ventas la división de calzado, con un alza del 12,8%, hasta 1.077 millones de dólares (1.004 millones de euros).
El fabricante estadounidense siguió dependiendo de su división textil, aunque en menor medida que en 2021. Las prendas deportivas de Under Armour aportaron una facturación de 2.982 millones de dólares (2.781 millones de euros), un descenso del 1,6% interanual. La venta de accesorios aportó 312 millones de dólares (291 millones de euros) al grupo, un 9,2% menos que en 2021.
Under Armour facturó 1.581 millones de dólares (1.474 millones de euros) en el tercer trimestre del año, un incremento del 3,4% respecto al mismo periodo del año anterior. La compañía ganó 121 millones de dólares (112,8 millones de euros) en los tres últimos meses de 2022 impulsada por las ventas en Europa, Oriente Medio y África, además de Latinoamérica.
El Viejo Continente lideró el aumento absoluto de la facturación con un incremento de un 13% interanual, hasta 733 millones de dólares (683 millones de euros). A un mayor ritmo porcentual creció América Latina, con un alza del 16,7%, hasta 171 millones de dólares (159 millones de euros). A pesar de ello, Norteamérica siguió encabezando las ventas de Under Armour y aún concentra un 65% de la actividad de la compañía. En los últimos nueve meses de 2022, esta región aportó 2.958 millones de dólares (2.759 millones de euros) al grupo, registrando un descenso del 1,5% respecto a 2021.
“Nos complace haber obtenido resultados sólidos en el tercer trimestre y seguir encaminados a lograr nuestros objetivos operativos y financieros para todo el año”, ha asegurado Colin Browne, presidente y director ejecutivo interino de Under Armour. El ejecutivo también se ha referido a la incorporación de Stephanie Linnartz como consejera delegada, cargo que asumirá el próximo 27 de febrero. “Estoy emocionado de poder asociarme con ella para avanzar aún más en nuestra estrategia de productos y consumidores, aprovechando la marca sólida de Under Armour para impulsar un crecimiento sostenible y rentable”, ha añadido.
Contención en las previsiones
El pasado año, Under Armour cambió su año fiscal, pasando de año natural al periodo comprendido entre el 1 de abril y el 31 de marzo. La compañía prevé que sus ingresos para el ejercicio 2022-23 entero crezcan a un dígito. Además, confía en poder reducir sus gastos de venta, generales y administrativos en un dígito en comparación con el año previo.
Under Armour espera alcanzar unos beneficios de entre 270 millones de dólares y 290 millones de dólares (entre 251 millones de euros y 270 millones de euros). La compañía finalizó 2021 con un beneficio de 360 millones de dólares (335 millones de euros).