Under Armour da carpetazo a la investigación sobre sus prácticas fiscales. La compañía estadounidense dedicada a la fabricación y distribución de artículos deportivos ha acordado pagar una multa de 9 millones de dólares (7,47 millones de euros) por la investigación sobre su contabilidad entre el tercer trimestre de 2015 y el cuarto trimestre de 2016.
La investigación fue abierta hace dos años y medio por la SEC, el regulador de los mercados estadounidenses. En ella se acusaba a Under Armour de haber inflado las ventas durante este período, aunque la compañía finalmente ha cerrado el caso asumiendo el pago de la multa civil.
La SEC estimaba que el grupo había generado 408 millones de dólares en pedidos que los consumidores querían que se procesaran en meses posteriores. Es decir, un posible ajuste financiero para impulsar las ventas, según el regulador, que no pudo determinar el impacto real de estas prácticas.
“La investigación se inicia porque Under Armour ha sido incapaz de desglosar la realidad sobre el impulso a las ventas para cumplir con sus objetivos trimestrales en futuros periodos”, se indicaba en el documento presentado entonces.
El grupo cerró 2020 con unas pérdidas de 549 millones de dólares (454 millones de euros), que contrastan con el beneficio neto de 209,8 millones de dólares obtenido en 2019. A sus números rojos hay que añadir el plan de ajustes, que conllevó un gasto de 600 millones de dólares, cien más de lo previsto inicialmente, y que seguirá teniendo impacto en las cuentas de 2021, según Under Armour.