Under Armour consolida la recuperación pospandemia que inició en 2021. El fabricante estadounidense de artículos deportivos cerró 2022 con una facturación de 5.903,6 millones de dólares (5.353,3 millones de euros), un 3,1% más que en 2021. La compañía mejoró a buen ritmo sus niveles de rentabilidad, pues disparó su beneficio un 73,6% interanual, hasta 386,7 millones de dólares (350,6 millones de euros).
¿El motivo? Principalmente, dos factores: un incremento de sus ventas y una reducción de sus gastos. La compañía recortó un 2% sus costes de venta, generales y administrativos y no se atribuyó ningún cargo por reestructuración y desarrollo, partida que en 2021 le había supuesto un gasto de 90 millones de dólares (81,6 millones de euros) por la venta de MyFitnessPal, por la que se anotó un deterioro de 35 millones de dólares. Además, el año pasado destinó 90 millones de dólares a cubrir el impacto de la reestructuración de la compañía.
Y, pese a que el año pasado no tuvo que afrontar esos costes, el margen bruto disminuyó debido a las mayores promociones para liquidar inventario, el impacto en la cadena de suministro, los mayores costes de los fletes y productos y los impactos adversos de cambios de moneda extranjera.
Por otro lado, las ventas en Europa y Asia lideraron el crecimiento en la facturación de la empresa. En la región que incluye el Viejo Continente, Oriente Medio y África, Under Armour creció un 13,2%, hasta 992,6 millones de dólares (900 millones de euros). En Asia, el crecimiento fue más moderado, del 2,7%, hasta 825 millones de dólares (748 millones de euros). En Latinoamérica, la compañía facturó un 10,7% más, hasta 213 millones de dólares (193 millones de euros). Estas subidas compensaron el ligero retroceso del 0,6% experimentado en Estados Unidos (EEUU), donde facturó 3.820,9 millones de dólares (3.464,7 millones de euros), un 64,7% del negocio total de la compañía.
Por categorías, el fabricante estadounidense de artículos deportivos siguió dependiendo de su división textil, si bien la única que creció fue la de calzado. Así, las prendas deportivas de Under Armour aportaron una facturación de 3.871 millones de dólares (3.510 millones de euros), una caída del 0,9% respecto a 2021. La venta de zapatillas deportivas aportó 1.455 millones de dólares (1.319 millones de euros), un 16,3% más interanual. La venta de accesorios aportó 408 millones de dólares (369 millones de euros), un 7,4% menos que en el año anterior.
Under Armour facturó 1.398,9 millones de dólares (1.268,5 millones de euros) en el último trimestre de 2022, un incremento del 7,5% interanual. La compañía ganó 170 millones de dólares (154,1 millones de euros) en los últimos tres meses del año, en contraste con las pérdidas de 59,6 millones de dólares (54 millones de euros) registradas en el último trimestre de 2021.
Durante el cuarto trimestre, Under Armour recompró un millón de acciones ordinarias. En los últimos dos años, la compañía ha recomprado 35 millones de acciones ordinarias por 425 millones de dólares (385 millones de euros).
Under Armour apunta a la estabilización de su negocio
De cara al próximo ejercicio fiscal, Under Armour prevé que sus ingresos se mantengan estables o aumenten ligeramente. Prevé que su margen bruto aumente entre 25 puntos y 75 puntos básicos en comparación con la tasa del año anterior del 44,9%, impulsado por vientos favorables en la cadena de suministro. La compañía prevé una reducción de los costes de fletes, que estarán parcialmente compensados por mayores promociones para impulsar el direct to consumer. La compañía prevé unos ingresos operativos de entre 310 millones y 330 millones de dólares (entre 281 millones y 299 millones de euros).
