Under Armour continúa aplicando medidas que le permitan aligerar su estructura de costes. La marca estadounidense de equipamiento deportivo ha anunciado el despido de aproximadamente 600 trabajadores, equivalente a un 3,5% de toda su plantilla. La razón no es otra que el impacto que está teniendo la crisis del Covid-19 en la evolución de su negocio.
La dirección señala que esta reestructuración supondrá unos gastos extraordinarios de aproximadamente 235 millones de dólares (199 millones de euros), de los cuales 135 millones de dólares (114 millones) corresponderán a los finiquitos, según Reuters. La citada agencia apunta a que el ajuste laboral se produciría en los centros de distribución de Estados Unidos, donde ya se produjeron despidos temporales cuando estalló la pandemia.
El Covid-19 se ha cebado especialmente con la empresa fundada por Kevin Plank, que cerró el primer semestre con unas pérdidas récord de 772,6 millones de dólares (655 millones de euros). La caída de ventas se acentuó entre abril y junio, situando el descenso para los seis meses en un 31,7%, hasta 1.637,8 millones de dólares (1.388 millones de euros).
La única línea de negocio que subió respecto al primer semestre de 2019 es la de fitness conectado, con un alza del 5,9%. Sin embargo, la venta de prendas técnicas, que suponen un 60% del negocio, retrocedieron un 32,4% interanual. El calzado, por su parte, aportó un 31,5% menos.
Dentro del plan de ajuste, la multinacional ha empezado a explorar la venta de MyFitnessPal por más de 420 millones de euros. Esta entrada de caja ayudaría a reducir las pérdidas que ya se anticipan para el conjunto del ejercicio, pues sólo las medidas ya anunciadas supondrán unos extraordinarios de 600 millones de dólares.