Shimano salva el ejercicio de 2020 en el último trimestre. La compañía japonesa, uno de los principales proveedores de componentes para bicicletas del mundo, ha cerrado el año a punto de alcanzar los 3.000 millones de euros en facturación. Concretamente, los ingresos se situaron en 378.040 millones de yenes (2.984 millones de euros), un alza del 4% interanual.
Su beneficio neto también se disparó un 22%, hasta 63.525 millones de yenes (501,4 millones de euros). “A pesar de que la economía se ha deteriorado en Japón, Estados Unidos y el resto de países, el interés por las bicicletas y la pesca han logrado evitarlo y han experimentado un fuerte impulso en la demanda”, ha indicado la compañía.
Su principal línea de negocio es la venta de componentes para bicicletas, que aporta casi el 80% de la facturación, hasta 297.777 millones de yenes (2.350 millones de euros), un 2,6% más interanual. “Los mercados europeos y norteamericanos han experimentado un fuerte crecimiento a pesar de no haber sido capaces de suministrar productos para satisfacer la demanda tanto entre los distribuidores como en el retail”, lamenta Shimano.
Europa representa el grueso de la facturación de Shimano y fue el único territorio en el que cayeron las ventas en 2020, precisamente, debido a los problemas de abastecimiento. Las ventas en el Viejo Continente se situaron en 150.140 millones de yenes (1.185 millones de euros), un 1% menos.
En cuanto a la pesca, donde su principal impacto está en EEUU, las ventas aumentaron un 0,8% interanual, hasta 79.907 millones de yenes (630,7 millones de euros). De cara a 2021, Shimano espera elevar su facturación un 20,5%, hasta 455.500 millones de yenes (3.595 millones de euros), y obtener un beneficio operativo de 105.000 yenes (828,8 millones de euros), un 27% más que en 2020.
