Shimano arranca con buen pie su desembarco con filial propia en España y Portugal. El gigante japonés logró superar previsiones en su primer año con el negocio peninsular bajo su control tras facturar 50 millones de euros a cierre de 2021.
“Las cifras no están completamente cerradas todavía, pero el dato girará en torno a esta cantidad”, ha apuntado Eduardo Roldán, director general de Shimano para el sur de Europa, a Cmdsport.
El 80% del negocio de Shimano Iberia (40 millones de euros) provino de la venta de componentes y demás productos y servicios para la bicicleta, por el 20% que facturó su división de pesca. Roldán ha justificado estos números como “consecuencia de que la demanda de la división de ciclismo durante 2021 fue entre cuatro y cinco veces superior a la que habíamos previsto”.
Por otro lado, para 2022, los objetivos de Shimano Iberia pasan por acortar plazos en entrega de producto y programación, donde quiere recuperar el servicio de just in time de la compañía. Asimismo, quiere acelerar el desarrollo de la red de Shimano Service Centers. “Nuestro objetivo para 2022 -a nivel internacional- es incrementar la capacidad de producción en un 20%”, ha apostillado Roldán.
La filial ibérica es la segunda que abre Shimano, tras Italia (2014), después de romper su histórico contrato con Macario Llorente, que derivó en el cierre de esta última empresa.