Shimano progresa al mismo ritmo que lo hace la industria de la bicicleta, lo cual significa que en 2023 está experimentando una contracción de ventas en comparación con los dos últimos años. La empresa japonesa, uno de los principales proveedores de componentes de bicicletas del mundo, ha cerrado el primer semestre de 2023 con una facturación de 263.250 millones de yenes (1.685 millones de euros), lo que supone una reducción del 13,3% interanual.
El retroceso en las ganancias ha sido aún mayor ya que han pasado de los 80.909 millones de yenes (582 millones de euros) en 2022 a 53.908 millones de yenes (345,16 millones de euros) en los primeros seis meses de 2023, lo que supone un resultado neto un 33% inferior.
Su principal línea de ingresos continúa siendo la venta de componentes para bicicletas ya que aporta el 78% de los ingresos de la empresa. Este segmento ha registrado una caída del 17,7% de las ventas, hasta los 204.986 millones de yenes (1.312 millones de euros). El beneficio operativo de esta línea de negocio también se hundió un 39,5%, hasta 42.093 millones de yenes (269,5 millones de euros). En cuanto a la pesca, donde su principal impacto está en EEUU, las ventas aumentaron un 7% interanual, hasta 58.027 millones de yenes (371,5 millones de euros).
Por mercados, Europa representa el grueso de la facturación de Shimano y logró incrementar sus ventas un 32%, hasta 299.934 millones de yenes (2.108 millones de euros). La facturación de Asia le aportó 191.479 millones de yenes (1.346 millones de euros), tan sólo un 0,6% más, afectado por un mercado japonés que ha experimentado un retroceso del 1,5%. Mientras, desde Norteamérica ingresó 57.643 millones de yenes (405,2 millones de euros), un 15,4% más.
Caída del 28% de cara a 2023
De cara a 2023, Shimano prevé que su facturación caiga un 28,4%, hasta 450.000 millones de yenes (2.881 millones de euros), y obtener un beneficio operativo de 69.000 millones de yenes (441,8 millones de euros), un 46,2% menos que en 2022.
Esta merma se explica a causa de la preocupación relativa a las previsiones de que la demanda de productos de la empresa se retrase en la segunda mitad del año. “Además, los recortes de producción en las fábricas están dificultando la absorción del aumento de los costes de fabricación”, ha señalado la empresa en sus cuentas.
