La industria de la bicicleta baja una marcha después de coronar el cénit de su expansión tras la pandemia. En 2022, el sector alcanzó una cifra de negocio de 2.714 millones de euros en España, un 6% menos que el año anterior, según el último informe publicado por la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (Ambe) y Sportpanel.
El mercado español experimentó así un ligero retroceso después de dos años de récord, tanto en facturación como en unidades vendidas. En el segundo caso, la caída fue de un 13,6%, con 1,3 millones de unidades comercializadas. El principal motor de las ventas sigue siendo la bicicleta de montaña, que se mantuvo como la opción preferente entre los usuarios, pese a caer un 23% respecto al año pasado, con más de 468.000 unidades vendidas, un 34,5% del total. Sin embargo, en cuanto a volumen de negocio, esta categoría volvió a ser superada ampliamente por la eléctrica, por tercer año consecutivo.
No en vano, el precio medio de la e-bike es el más alto del mercado y en 2022 se incrementó un 2,8% para situarse en 2.940 euros, por encima de los 2.451 euros de la bicicleta de carretera; los 1.589 euros de una de gravel o los 927 euros de una de montaña. El precio que más aumentó en el último ejercicio es el de la bicicleta de gravel, con un incremento interanual del 42,4%, pese a que se trata de la categoría que más retrocedió en el número de unidades comercializadas, con un descenso del 34,3%. Todas las categorías vieron incrementar sus precios en los últimos doce meses a excepción de la bicicleta urbana, cuyo precio medio cayó un 0,4% para situarse en 305 euros.
De hecho, junto a la eléctrica, la bici urbana fue la que más creció en número de unidades vendidas, un 22,5% más que en 2021, hasta las 146.572 unidades. En el caso de las e-bikes, al alza fue del 5,7% hasta 238.183 unidades, de tal forma que mantienen su tendencia al alza, y se mantiene como categoría líder en valor aportando el 45,6% de la facturación procedente de la venta de bicicletas. Las bicicletas de montaña e infantiles fueron las que más sensiblemente afectadas se vieron el pasado año, tras experimentar un descenso del 14,5% y del 14,2%, respectivamente.
“A pesar de no contar con ayudas estatales a la compra y reparación de bicicletas, como tienen nuestros países vecinos, o los incentivos fiscales por ir en bicicleta al trabajo o adquirir flotas de bicis, el año 2022 ha tenido un comportamiento mejor de lo esperado, aunque peor que países de nuestro entorno como Francia o Alemania, que disfrutan de apoyo institucional para que más gente acceda a una bicicleta como forma de movilidad diaria”, ha explicado Jesús Freire, presidente de Ambe.
El descenso se vio reflejado de forma similar tanto en la venta de cascos, calzado, textil y herramientas para las bicicletas. Tan sólo la venta de bicicletas en el mercado sell-in y de componentes aumentaron su cuota de mercado. El empleo registró un aumento del 5,32% con respecto a los datos del año pasado con la llegada de 39 empresas nuevas al sector y la presencia de 84 tiendas más que en 2021.