Rossignol recorta plantilla en Francia. El fabricante de equipamiento para deportes de invierno despedirá a 92 de sus trabajadores en 2021 para “redimensionar” su actividad industrial, vinculada al mercado del esquí, y adaptarse a su “profunda evolución”, según explican desde la compañía a AFP. Los pedidos de material han caído un 25% este año y el objetivo del grupo es ahorrar entre diez y quince millones de euros al año.
La empresa gala prevé eliminar 61 puestos de trabajo en su planta de fabricación de esquís de Sallanches, en la región de Haute-Savoie; 24 puestos en la sede central del grupo en Saint-Jean-de-Moirans, en Isère; y otros siete puestos en su plataforma logística de Saint-Étienne-de-Saint-Geoirs, situado en el mismo departamento.
La hoja de ruta de Rossignol, sin embargo, también tiene altas: la marca de esquís creará quince puestos de trabajo en el sector servicios. Nueve de los nuevos trabajadores se incorporarán a la fábrica de Sallanches; cinco se unen a la plantilla de Saint-Jean-de-Moirans y uno más a la de Saint-Étienne-de-Saint-Geoirs.
“Estamos en una situación de mercado muy tensa con clientes que siguen esquiando pero que alquilan más”, explica Bruno Cercley, presidente del grupo, a AFP. Por ello, “queremos proteger nuestra posición en nuestro principal mercado: el de esquí. Es muy importante para nosotros rebajar costes para promover un sistema industrial competitivo y dar un futuro a nuestras fábricas en Europa”.
El grupo, que invierte cinco millones de euros anuales en Francia, aspira a hacer de la planta de Sallanches un centro especializado con tecnologías innovadoras. En su plan de ahorro, la marca también reducirá costos fijos, incluyendo viajes y congresos, y otros operativos relacionados con el marketing.
En el último ejercicio, Rossignol facturó 370 millones de euros y el 80% de su volumen de negocio lo obtuvo desde fuera de Francia. El grupo emplea actualmente a 1.310 personas, 680 de ellas en Francia, y cuenta con otras tres plantas industriales en Europa: en Artès (Catalunya), que también fabrica esquís; en Montebelluna (Italia), donde se fabrican las botas; y en Nevers, donde se montan las fijaciones.
