Puma coge carrerilla para afrontar el nuevo año. La compañía alemana dedicada a la fabricación y distribución de artículos deportivos comienza a dejar atrás la crisis de la Covid-19, y así se demuestra en sus resultados del primer trimestre. El grupo ha facturado un 25,8% más, hasta 1.549 millones de euros, y su beneficio neto se ha multiplicado por tres, hasta 109 millones de euros.

“Como esperábamos, el primer trimestre ha sido muy fuerte para Puma a pesar de las restricciones y de los problemas en la cadena de abastecimiento por la congestión de puertos”, ha destacado Bjørn Gulden, consejero delegado de Puma. “A pesar de la incertidumbre sobre la duración e impacto de la Covid-19, del incremento en los costes, las tensiones políticas en regiones clave… creemos que tendremos un mejor año”.

Puma espera crecer en torno a un 15% en el ejercicio 2021, lo que no sólo supondría recuperar el negocio perdido por la Covid-19, sino rebasar los ingresos de 2019. La firma alemana sólo perdió un 4,9% de su facturación en 2020, por lo que de cumplir las previsiones podría superar por primera vez la barrera de los 6.000 millones de euros.

La compañía también espera que “la rentabilidad sea significativamente mejor que el año pasado”, aunque no especifica si podrá alcanzar el mismo volumen de ganancias. En 2020 su beneficio neto se hundió un 70%, hasta 78,9 millones de euros.

Por canales de distribución, la venta en multimarcas se incrementó un 24,3%, hasta 1.202 millones de euros. La venta directa al consumidor creció a un ritmo superior, del 31,3%, hasta 346,8 millones, gracias al impulso de su ecommerce, que creció un 75%.

El calzado se consolida como la línea que más facturación aporta a la marca alemana, con 773,8 millones de euros. Su ritmo de crecimiento interanual fue del 27%, similar al del textil, cuyos ingresos se situaron en 532 millones de euros en el primer trimestre. Los accesorios también aumentaron ventas en un 19,4%, hasta 243 millones de euros.