Puma continúa incrementando sus ventas, aunque lo hace a costa de su rentabilidad. La multinacional alemana de la industria del deporte cerró los nueve primeros meses del ejercicio con una facturación récord de 6.619,5 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 10,3%. Pese a este aumento, el beneficio de la empresa cayó un 13,6%, pasando de 352,1 millones en el mismo periodo de 2022 a los 304 millones de euros que ha ganado hasta septiembre de 2023.
En el tercer trimestre del ejercicio, la firma deportiva recortó su volumen de negocio un 1,8%, alcanzando los 2.311 millones de euros. En este periodo el beneficio de la compañía alemana también fue menor, de 132 millones de euros, lo que representa una caída del 9,5% interanual.
Por mercados, la actividad de Puma en Europa, Oriente Medio y África (Emea) lideró el incremento de ingresos con una subida de un 19,1%, seguida por las regiones de Asia y Pacífico, donde las ventas se elevaron un 18% respecto al mismo periodo del año anterior. En América, en cambio, sus ingresos cayeron un 1% debido principalmente al escenario macroeconómico y al elevado volumen de inventario existente. A cierre de septiembre, el inventario se situaba en 1.874 millones de euros, un registro un 20,2% inferior al registrado hace un año.
Si se tiene en cuenta la categoría de producto, las ventas de calzado registraron un crecimiento interanual del 19%, mientras que los ingresos derivados de la venta de ropa y accesorios aumentaron un 1,6% y un 1,8% respectivamente.
Por canales de venta, el direct to consumer ha repuntado un 22% interanual, hasta 1.505,8 millones de euros. En el lado contrario, las ventas realizadas a través de minoristas crecieron a un ritmo menor, del 7,3%, y actualmente suponen un 77,2% de los ingresos del grupo.
Retos y previsiones
Entre los retos a los que la compañía tendrá que hacer frente durante los próximos meses, la firma alemana destaca conflictos geopolíticos como el existente en Oriente Medio, la guerra en Ucrania, la persistente inflación y el riesgo de recesión, como condicionantes que pueden afectar a la volátil demanda del sector del retail.
“Si bien el mercado sigue experimentando importantes obstáculos macroeconómicos en contra y 2023 sigue siendo un año de transición, estamos registrando un crecimiento en ventas y resultado operativo en la línea de las expectativas. Demostramos el impulso sostenido de nuestra marca y ganamos participación de mercado”, ha explicado Arne Freundt, consejero delegado de Puma.
La compañía prevé crecer a un sólo dígito en 2023 y mantiene su intención de cerrar el año con un resultado operativo (ebit) de entre 590 millones y 670 millones de euros.
