Puma aguanta el tirón de la Covid-19 pese a desplomar sus ganancias. La compañía alemana dedicada a la fabricación y distribución de artículos deportivos obtuvo un beneficio neto de 78,9 millones de euros, un 70% menos respecto a 2019. Las ventas también cayeron, aunque a menor ritmo. Puma facturó 5.234 millones de euros, un 4,9% menos interanual.
La caída en las ventas se explica por el primer confinamiento para frenar la pandemia, ya que Puma logró registrar un crecimiento del 13% en el tercer trimestre, y del 9% en el cuarto trimestre. “2020 ha sido el año más difícil que hemos vivido, la pandemia nos ha puesto en situaciones que nunca antes habíamos visto, resolviendo problemas día a día sin poder pensar a medio plazo”, ha destacado Bjørn Gulden, consejero delegado de la compañía.
El ejecutivo también ha señalado que el año ha sido relevante ya que “hemos podido seguir invirtiendo en infraestructura, logística, tecnología y hemos añadido deportistas de la talla de Neymar, LaMelo Ball y la cantante Dua Lipa para crear Brand Heat”.
Pese a que el ejecutivo ha asegurado que 2021 será “un mejor año”, las previsiones de la compañía desvelan que aún espera un impacto negativo sobre su negocio este año. “En torno al 50% de las tiendas en Europa aún están cerradas, y muchos otros territorios afrontan restricciones similares, por lo que creemos que a pesar de la alta demanda y el buen momento como marca, nos afectará negativamente”. Pese a todo, el grupo germano espera que las ventas y el beneficio neto “se eleven ligeramente”.
Puma espera crecer en 2021, pero no al ritmo que lo haría de haber superado la pandemia
Por líneas de producto, el mayor impacto de la Covid-19 se lo llevó el calzado deportivo, que aporta más de la mitad de la facturación del grupo. La venta de zapatillas cayó un 7,2%, hasta 2.367 millones de euros. El textil también contrajo su aportación un 4,6%, hasta 1.974 millones de euros, mientras que los accesorios registraron un crecimiento del 1,3%, hasta 892 millones.
El golpe de la pandemia se ha repartido de forma desigual en los diferentes territorios. La facturación de Puma en Europa, África y Oriente Medio (Emea) sólo decreció un 0,9%, hasta 1.983 millones de euros, consolidándose como el territorio que más volumen de ventas aporta.
En América la caída fue del 8,7%, hasta 1.775 millones de euros, mientras que en Asia-Pacífico se registró una caída similar, hasta 1.476 millones de euros. Ahora bien, Puma logró crecer en China, aunque no especifica ni el peso que tiene el gigante asiático en este territorio, ni el volumen total de ventas obtenidas en el país.
Por otro lado, la venta directa al consumidor ya representa el 27,2% del total de la facturación de Puma, y creció un 6,4% en 2020, hasta 1.424 millones de euros. Este ritmo de crecimiento se produjo gracias al ecommerce, que ha aumentado un 60% interanual.
Finalmente, Puma dispone de una posición de caja de 655,9 millones de euros gracias a las líneas de crédito de hasta 1.639 millones de euros que se aseguró con diferentes entidades financieras. La compañía logró un crédito de 900 millones de euros a través de doce bancos, del que ya se han devuelto 200 millones. En diciembre, Puma refinanció el crédito sindicado asegurando un nuevo préstamo de 250 millones e incrementando la línea de crédito existente en 450 millones de euros.