Puma bate sus previsiones en el tercer trimestre de 2020 y logra regresar a la senda del beneficio. La compañía dedicada a la distribución de artículos de deporte y moda deportiva experimentó un rebote en las ventas entre julio y septiembre del 13,3%, hasta 1.583 millones de euros. A cierre de los nueve primeros meses del año, la multinacional alemana aún presenta una caída de ventas del 5,1%, hasta 3.714 millones de euros. 

Esto se debe al impacto del Covid-19 en el segundo trimestre del año, que coincide con los meses más duros del confinamiento a escala global y supuso el cierre de toda su red de tiendas. Eso explica que el primer semestre se cerrara con pérdidas, que ahora se han podido revertir gracias a las ganancias de 113,6 millones de euros entre julio y septiembre, un 13% más interanual.

En el agregado de los primeros nueve meses, el resultado neto es de 54,2 millones de euros, apenas una cuarta parte del beneficio neto que acumulaba a estas alturas en 2019. La compañía tiene asegurada una línea de crédito revolving de 900 millones de euros a su disposición para garantizar su liquidez, aunque aún no la ha utilizado.

El incremento en la facturación ha estado liderado por los continentes americano (+20,7%) y europeo (+17,7%). En estos tres últimos meses, además, Puma ha logrado registrar crecimiento en sus categorías de producto más relevantes. El calzado experimentó un alza en las ventas del 13,9%, mientras que el textil aumentó un 8,8%. Respecto a los segmentos deportivos, tanto el baloncesto como el golf, el motor y los deportes de equipo “presentan los índices más altos de crecimiento”, indica la compañía en un comunicado.

En el tercer trimestre del año Puma logró incrementar en un 16,7% la venta a través de sus propios canales (tiendas propias y ecommerce), hasta 381 millones de euros. La venta online a través de su web aumentó un 61%, y la aportación de esta pata de su negocio representa ya el 24% del total de las ventas. 

“El tercer trimestre ha sido mucho mejor de lo que esperábamos; a pesar de movernos en un entorno de mercado muy promocional y que las divisas presionaron nuestros márgenes, pudimos mejorar nuestro ebit en comparación con el año pasado”, ha señalado Bjørn Gulden, consejero delegado de Puma. “Esto se ha logrado gracias al control de los gastos, que iniciamos tras un segundo trimestre extremadamente débil y a través de acciones de márketing menos eficaces”, ha añadido.

De cara al último trimestre del año la empresa alemana asegura que “a pesar de la evolución en los últimos meses, la incertidumbre aún es muy alta y los casos de Covid-19 están en su nivel más alto desde que comenzó la pandemia, por lo que muchas regiones están implementando nuevas restricciones que afectarán negativamente al consumo”. Debido a esta situación, Puma no ofrecerá “ninguna previsión sobre el cierre de año en términos financieros”.