Nike resiste los envites de la crisis global. La marca estadounidense ha cerrado los nueve primeros meses de su ejercicio con una facturación de 34.476 millones de dólares (31.376 millones de euros), un 7% más interanual. Por otro lado, el beneficio neto del gigante del swoosh hasta septiembre es de 4.607 millones de dólares (3.838 millones de euros), un incremento de un 9% respecto al mismo periodo del año anterior.
En cuanto a los resultados del tercer trimestre, el distribuidor de moda y equipamiento deportivo aumentó su cifra de negocio hasta los 10.871 millones de dólares (9.892 millones de euros), un 5% más interanual. A pesar de ello, las ganancias de la compañía se vieron ligeramente recortadas respecto al ejercicio anterior, con una caída de un 4% hasta los 1.396 millones de dólares (1.270,5 millones de euros).
La venta directa al consumidor creció un 17%, aunque el grupo no ha especificado el peso que tiene Nike Direct en el grupo. Su facturación en el tercer trimestre fue de 4.600 millones de dólares. Las ventas digitales entre los nueve primeros meses aumentaron un 22%, mientras que las tiendas propias de Nike crecieron un 14%. La venta a través de multimarcas disminuyó un 1% interanual.
En cuanto a la evolución por mercados, resulta significativo el impacto negativo de las ventas de Nike en China, que acumulan una caída de un 6% en los tres primeros trimestres, cayendo hasta los 5.986 millones de dólares (5.447,8 millones de euros). Por el contrario, la actividad en la región de Europa, Oriente Medio y África repuntaron se mantiene al alza con una subida interanual de un 9%, hasta los 9.228 millones de dólares (8.398,4 millones de euros).
Sin embargo, es el mercado de Norteamérica el que sigue liderando las ventas de la compañía con una facturación de 13.238 millones de dólares (12.047,9 millones de euros), un 12% más interanual. La cifra de negocio de esta región representa actualmente un 38,4% sobre el total del grupo estadounidense.
Por categoría de producto, las zapatillas deportivas siguen siendo la palanca de movimiento de Nike, con una facturación de 21.158 millones de dólares (19.255 millones de euros) en los tres primeros meses del ejercicio. Esta cantidad representa un 64,5% de las ventas de la marca del swoosh. Le sigue por orden de facturación el textil con 10.330 millones y el equipamiento con 1.237 millones de dólares (9.401 y 1.125 millones de euros).
Previsiones y retos
“Los sólidos resultados que hemos conseguido en el tercer trimestre demuestran que la estrategia de Direct to Consumer que estamos aplicando está funcionando, a medida que seguimos invirtiendo para seguir creciendo. Impulsado nuestra ventaja a nivel digital, creando valor y haciendo frente a la volatilidad, tenemos las herramientas claves para seguir dirigiendo los pasos de industria deportiva”, ha destacado John Donahoe, director ejecutivo de Nike.
Uno de los principales retos que la multinacional destaca en la recta final de su ejercicio es hacer frente a las interrupciones que todavía se producen en la cadena de suministros. De hecho, la compañía ha explicado que sus gastos de inventario aumentaron un 15% interanual, lastrados por la crisis logística.
Sobre la invasión de Rusia a Ucrania, la compañía estadounidense mantiene sus en torno 116 tiendas en el país cerradas y también ha paralizado de forma completa la entrega de pedidos online. El número de puntos de venta físicos representa alrededor de un 2% sobre el total de Nike a nivel mundial.
