Nike apuesta por el talento femenino para la dirigir su negocio en sus principales mercados. La compañía estadounidense de ropa y equipamiento deportivo ha ascendido a Sarah Mensah, hasta ahora responsable de la empresa en Asia-Pacífico y Latinoamérica, para que ocupe la dirección general de Nike en Norteamérica.
Relevará a Ann Hebert, que la semana pasada renunció tras darse a conocer que su hijo había cargado a su tarjeta de la empresa hasta 132.000 dólares para comprar modelos exclusivos de Nike con el fin de venderlos en la reventa. La compañía también ha promocionado a Amy Montagne como directora general de la compañía en Asia-Pacífico y Latinoamérica, tomando así el relevo de Mensah.
Ambas directivas reportarán a Heidi O’Neill, presidente del departamento de consumo y Marketplace. Mensah aterrizó en Nike en 2013, cuando fue directiva de Jordan Brand. Más tarde asumió la dirección de calzado en Asia-Pacífico y Latinoamérica y hace seis meses ascendió para dirigir todo el negocio en esas regiones. Anteriormente fue directiva en Portland Trail Blazers, primero como directora de ventas. Fue ascendiendo con el paso de los años hasta alcanzar la dirección de marketing y, ya en 2009, la dirección de operaciones. En total, trabajó durante 19 años en la franquicia de la NBA.
En cuanto a Montagne, lleva dieciséis años trabajando en Nike, aunque en los últimos seis meses ha ejercido de directora general de la división de producto para hombres a escala internacional. Anteriormente fue directora de las líneas de producto de mujer y de categorías globales, y anteriormente dirigió la división de merchandising. Antes de fichar por Nike trabajó en Gap, en los grandes almacenes Mervyns y en Walmart.
Pese a las nuevas medidas de confinamiento decretadas en medio mundo, el gigante del retail deportivo cerró el periodo junio-noviembre con un avance del 4% interanual, hasta 21.837 millones de dólares. El crecimiento fue del 9% en el segundo trimestre, compensando la caída del 1% que aún arrastró entre junio y agosto.
El principal mercado del grupo continúa siendo Estados Unidos, junto a Canadá y México, donde ya ha logrado contener la sangría. Las ventas apenas cayeron un 1%, hasta 8.231 millones de dólares. En la región Emea ya ha dado un vuelco a la situación con un avance acumulado del 17% en el segundo trimestre y del 8% en el semestre, hasta 5.868 millones de dólares.
China continúa siendo el principal motor del crecimiento, una vez superado el golpe de principios de 2020. La facturación en el gigante asiático se disparó un 19% interanual entre septiembre y octubre, situando el avance de los primeros seis meses en el 14%, hasta 4.078 millones de dólares. En Asia-Pacífico y Latinoamérica, el negocio continúa sufriendo, con una caída del 3% interanual y 2.570 millones de dólares.