La Covid-19 también pasa factura a Moncler. La compañía italiana especializada en equipamiento y moda deportiva ha cerrado 2020 con una caída en el beneficio del 16%, hasta 300,3 millones de euros. La facturación también se contrajo un 12%, hasta 1.440 millones de euros.
“Pese al impacto de la pandemia, las ventas se han recuperado en la segunda mitad del año, confirmando la fortaleza de la marca y la efectividad del modelo de negocio del grupo”, ha señalado Remo Ruffini, presidente y consejero delegado de Moncler. La compañía, de hecho, adquirió la marca Stone Island a finales del año pasado para reforzarse en el segmento de la moda y del lujo dentro del sportwear.
La mitad de la facturación de Moncler procede de Asia, un territorio donde creció un 2% interanual, hasta 717,8 millones de euros. En Italia, su mercado doméstico, las ventas se desplomaron un 34%, hasta 122,3 millones de euros, mientras que en el resto de Europa, África y Oriente Medio (Emea), lo hicieron un 18%, hasta 379,5 millones de euros. En América, los ingresos cayeron un 15%, hasta 220,6 millones de euros.