Mizuno dice adiós al impacto de la pandemia. El fabricante japonés de artículos deportivos cerró 2021 con unos ingresos de 172.700 millones de yenes (1.289 millones de euros), un 14,8% más interanual. Además, la empresa multiplicó por dos sus ganancias, pasando de tener un beneficio de 3.700 millones de yenes (27,6 millones de euros) en 2020 a 7.700 millones de yenes (57,5 millones de euros) al cierre de 2021.
Además, las ventas de la compañía mejoraron en todos sus mercados. En el conjunto del año, la actividad estuvo liderada por el negocio en Japón, donde Mizuno concentra un 66% de su facturación. Así, la empresa japonesa registró unas ventas en el país asiático de 114.300 millones de yenes (853 millones de euros), un 7,5% más interanual. Por detrás se sitúa América, donde las ventas repuntaron un 30%; y Europa, África y Oriente Medio, (Emea), donde crecieron un 37% en 2021.
Por categoría de producto, la ropa y el calzado fueron las principales fuentes de ingresos de Mizuno en 2021, concentrando un 56% del negocio de la compañía japonesa. A pesar de ello, la categoría que más disparó sus ventas fue la de equipamiento, con un incremento de la facturación de un 25%.
Previsiones y retos
La compañía ha destacado que 2021 fue un buen año en el que se logró dejar atrás el impacto de la pandemia. Mizuno recuperó sus ventas, alcanzando prácticamente los niveles precovid. Entre los retos e incertidumbres para este año, la empresa japonesa ha apuntado a la crisis logística y de suministros que se vive a nivel mundial, aunque ha asegurado que potenciará el direct to consumer y el online para optimizar el proceso.
De cara al presente ejercicio económico, Mizuno espera que las ventas sigan mejorando, en todos sus mercados, pero especialmente en Japón. Además, la compañía potenciará los productos de indoor, fútbol y tenis, mientras busca mantener los buenos resultados registrados en las categorías de running y golf.
