Lululemon sigue creciendo a pesar de las incertidumbres macroeconómicas, que han frenado a otras marcas deportivas. La firma canadiense ha cerrado los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, que va de febrero a octubre, con una facturación de 5.338 millones de dólares (5.071 millones de euros), un 29% más interanual.
Su beneficio neto también se disparó un 36% interanual, hasta 735 millones de dólares (698 millones de euros). La venta directa al consumidor representa el 41% del total de las ventas, un punto más que en el mismo período del año anterior.
“Hemos conseguido unos resultados sólidos y balanceados en todas las unidades de negocio, demostrando el potencial de nuestra marca”, ha destacado Calvin McDonald, consejero delegado de Lululemon. “Nuestra ventaja es nuestra innovación en los productos, la profundidad en la relación con los consumidores y el talento de nuestro equipo”, ha añadido.
La compañía espera finalizar el año acariciando una facturación de 8.000 millones de dólares (7.600 millones de euros), barrera que no llegará a rebasar. El objetivo bajo su actual plan estratégico se mantiene en alcanzar una cifra de negocio de 12.500 millones de dólares (11.900 millones de euros) en 2026.