Cuatro años después de que la lusa Sport Zone integrara su negocio con el de JD Sports y Sprinter en España, la joint venture ha construido un holding que ya genera un negocio milmillonario en la Península Ibérica. La clave está en el crecimiento orgánico mediante la apertura de tiendas y, especialmente, vía adquisiciones. “Teníamos el objetivo de alcanzar esa cifra, y ya lo hemos conseguido; hemos doblado el tamaño que teníamos hace cuatro años”, asegura a 2Playbook el director general de Iberian Sports Retail Group (Isrg), Miguel Mota.
Entre junio y agosto de 2021, la compañía ha adquirido el ecommerce Deporvillage, el fabricante de máquinas de fitness Bodytone y Sports Unlimited Retail, que era propiedad de JD y que en Holanda opera dos cadenas de tiendas. El grupo no consolidará el 100% de las ventas de estas compañías, sino la parte proporcional en función de cuándo se firmaron las compraventas. En cualquier caso, a año completo el grupo ya genera unas ventas anuales de 1.000 millones de euros.
La compra del 50,1% de Bodytone, que empezó a negociarse a finales de 2020 y se firmó el 28 de julio de 2021, supone un hito para una compañía tradicionalmente centrada en vender ropa y calzado deportivo. “Tras la integración del negocio de Sport Zone y la reconversión de las tiendas Sprinter llegó la pandemia, pero queríamos iniciar una nueva etapa de crecimiento en España buscando otras oportunidades para el grupo; no tenemos mucha cuota de mercado en fitness, y por eso hemos adquirido Bodytone”, afirma Mota.
El hecho de que la digitalización y la internacionalización fueran los otros dos ejes estratégicos del crecimiento del holding ha facilitado dar el paso definitivo para comprar la compañía murciana. “Tienen presencia internacional y es una empresa tecnológica, por lo que nos encajaba”, añade.
La primera fase de la expansión fuera de España y Portugal con tiendas multimarca de ropa y calzado deportivo vendrá de la mano de Sports Unlimited Retail. “JD Sports cree que somos capaces de desarrollar presencia en Países Bajos, y será nuestro próximo mercado”, afirma Mota. Allí operan con las cadenas de tiendas Perry Sport y Aktisport, que pertenecían a JD Sport hasta que el grupo las traspasó a la filial ibérica.
“Ahora estamos estudiando cómo es el consumidor holandés para desarrollar la marca y una propuesta de valor, tendremos equipos locales y lo trabajaremos desde España”, explica. De momento no se ha tomado la decisión de con qué cadena de tiendas se acelerará la expansión, pero el grupo asegura que, superada la fase de crecimiento en Países Bajos, se buscarán otros mercados europeos en los que crecer.
La Península Ibérica continuará siendo importante, ya que es un mercado en el holding aún ve oportunidades de crecimiento. De hecho, hasta finales de 2021 se prevén entre 17 y 20 aperturas en España, una apuesta que, en palabras del primer ejecutivo, “confirma nuestra confianza en el negocio en un momento de riesgo provocado por a Covid-19”.
A cierre de 2020 Sprinter contaba con 163 tiendas en España, que sumadas a las aperturas realizadas en lo que va de año, alcanzan un total de 170 puntos de venta. Uno de los objetivos anteriores a la pandemia era superar las 180 tiendas en el país con esta cadena de tiendas multimarca.
Además, Sport Zone opera 107 locales en Portugal, su mercado original, a lo que se suman 78 más de JD Sport en España, otras 24 en Portugal, y un establecimiento Size en Madrid. En total, el grupo cuenta con 380 puntos de venta en la Península Ibérica a través de sus tres rótulos.
Todo este negocio está controlado por Iberian Sports Retail Group (Isrg), compañía participada al 50% por la lusa Sport Zone y el grupo británico JD Sports, que a su vez tiene el control de Sprinter. En lo que va de año, esta sociedad ha adquirido el 80% del ecommerce Deporvillage por 140,4 millones de euros y se ha hecho con el control del fabricante español de equipamiento de fitness Bodytone.
La filial ibérica fracturó 579,2 millones de libras (676 millones de euros) en 2020, un 8% menos que en el año anterior debido a la pandemia y el cierre temporal de tiendas. Ello provocó una caída del 84% en su beneficio, que se situó en 3,7 millones de libras (4,2 millones de euros).
El negocio de JD en la Península Ibérica aportó el 9,4% de las ventas totales del grupo, que se situaron en 6.167 millones de libras (7.204 millones de euros), un 0,93% más que el año anterior. Su beneficio neto, sin embargo, se contrajo un 8,5%, hasta 229,2 millones de libras (267,7 millones de euros), debido al rally de aperturas e inversiones para adquirir otros negocios en Estados Unidos y Europa.