Foot Locker arranca 2023 pisando el freno. La cadena estadounidense dedicada a la distribución de artículos deportivos cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal, finalizado el 29 de abril, con un volumen de negocio de 1.927 millones de dólares (1.783,7 millones de euros), lo que supone un retroceso interanual del 11,4%. Ello explicó, en parte, la drástica reducción de su beneficio, que se desplomó un 72,7%, hasta 36 millones de dólares (33,3 millones de euros), según ha informado en un comunicado.  

La cadena dedicada a la distribución de artículos deportivos llevó a cabo 13 aperturas, 18 relocalizaciones y 35 cierres en los distintos mercados donde opera. En Estados Unidos cerró 18 puntos de venta entre febrero y abril, mientras que en Europa echó el cierre a otros 16 tiendas. En la actualidad, la compañía cuenta con 2.692 establecimientos en 29 países. 

“Nuestras ventas se han debilitado significativamente dado el difícil contexto macroeconómico, lo que nos ha llevado a reducir nuestras previsiones para el año, además de implementar rebajas más agresivas para impulsar la demanda y administrar el inventario”, ha explicado Mary Dillon, presidenta y ejecutora ejecutiva de Foot Locker. De cara al ejercicio de 2023, la cadena estadounidense prevé reducir sus ventas entre un 3,5% y un 5,5% interanual. 

La compañía ha aprovechado la presentación de sus resultados trimestrales para anunciar el nombramiento de Mike Baughn como vicepresidente ejecutivo y director financiero, cargos que ocupará a partir del próximo mes de junio. Se incorpora procedente de Kohl’s Corporation, donde era vicepresidente ejecutivo de finanzas, y reportará directamente a Mary Dillon.