Wolverine World Wide tampoco esquiva el golpe de la pandemia. El dueño de marcas como Merrell y Saucony ha cerrado 2020 con unas pérdidas de 184 millones de dólares (151,4 millones de euros), que contrastan con el beneficio de 146 millones de dólares (120 millones de euros) obtenido en 2019.
La facturación del grupo especializado en la distribución de marcas outdoor también cayó un 22%, hasta 1.791 millones de dólares (1.473 millones de euros). Pese a todo, Blake Krueger, consejero delegado de Wolverine, ha destacado que “los resultados son mejor de lo esperado en el cuarto trimestre y estamos en posición de iniciar una acelerada recuperación en 2021”.
El grupo volverá a aumentar sus ventas este año gracias al “gran momento que viven los segmentos performance y outdoor”. La previsión es facturar entre 2.190 y 2.250 millones de dólares (1.800 millones y 1.850 millones de euros), recuperando casi la totalidad del negocio perdido por la Covid-19 en 2020.
Wolverine también se ha marcado como objetivo que el ecommerce aporte 500 millones de dólares (411,4 millones de euros) en 2021, más del doble de lo que aportaba en 2019. La venta a través de las plataformas digitales creció un 50% en 2020, y la compañía espera seguir invirtiendo recursos económicos para continuar con su desarrollo. La compañía no desvela el peso de cada marca en la facturación ni tampoco de las diferentes líneas de producto.