Buff sigue acelerando su estrategia de expansión. La compañía especializada en accesorios de cuello y cabeza cerró el ejercicio de 2021-2022 con una facturación de 49,6 millones de euros, un 60% más que en el ejercicio de 2019. Buff ya cuenta con más de 420 empleados en todo el mundo y en la actualidad exporta a más de 70 países, operando a través de seis filiales.
La empresa con sede en Igualada (Barcelona) tiene previsto llevar a cabo una inversión de 1,6 millones de euros con el objetivo de internalizar el 100% de su producción de cara al ejercicio de 2025. A día de hoy un 90% de los productos de Buff ya se producen en su fábrica de Barcelona. Sus filiales están ubicadas en Estados Unidos (EEUU), Canadá, Reino Unido, Italia, Francia y Alemania.
El nuevo edificio además de permitir a la empresa aumentar la producción de manera local, ampliará el equipo de trabajo de la fábrica con 140 nuevas incorporaciones en la plantilla del área de confección en los próximos dos años. De cara al ejercicio de 2022-2023 la marca esperando seguir consolidando su posición en los mercados que ya opera actualmente e ir incorporando mercados directos en Francia e Italia.
David Camps, director general de Buff destaca que “el ejercicio 2020-2021 fue excepcional porque hubo un boom en el sector outdoor debido a las restricciones de la covid-19. Además, incorporamos en nuestro porfolio mascarillas que en ese momento escaseaban en el país. La empresa supo adaptarse a la pandemia para seguir generando ingresos y nos permitió crecer hasta un 60% respecto la facturación del 2019”.