Brooks sube una marcha aupada por la aceleración de tendencias de la pandemia. La marca estadounidense especializada en la fabricación y distribución de artículos de running ha cerrado 2020 con una facturación de 857 millones de dólares (714,5 millones de euros), un aumento del 27% interanual.
La marca es propiedad del holding Berkshire Hathaway, controlado por Warren Buffet, que también tiene en su cartera otras firmas como Russell Athletic y Spalding. Por ahora, se desconoce tanto el beneficio neto obtenido por Brooks como la facturación del resto de marcas deportivas del grupo.
“Hemos encontrado rápidamente nuevas señales de demanda para analizar los cambios en la participación en el running y en el comportamiento de los consumidores y, así, actuar de forma decisiva para captar al corredor y ganar cuota de mercado en cada canal de distribución”, ha señalado Jim Brewer, consejero delegado de Brooks.
El crecimiento de Brooks no se ha producido únicamente en las ventas, sino también en personal, ya que la compañía sumó 100 nuevos empleados el año pasado. Asimismo, las ventas digitales aumentaron un 46% interanual, aunque no se indica el peso que tienen en la facturación total de la compañía.
Según los últimos datos presentados por la consultora NPD, Brooks afrontó la pandemia como la marca mejor posicionada dentro del sector del running y es la que más reforzada ha salido tras el confinamiento. La marca, de hecho, ha sido la que mayor porcentaje de nuevos consumidores ha atraído en los últimos meses en Estados Unidos, ganando cuatro puntos respecto al mismo período de 2019.
En España, sin embargo, la cifra de negocio de Brooks se contrajo un 9% interanual, hasta 5 millones de euros. En Europa la cifra de negocio se situó en 130 millones de euros, un avance del 10% interanual.