Asics sigue apoyándose en el sector de las start ups para explorar nuevos negocios. La compañía japonesa especializada en ropa y calzado deportivo ha invertido en Run Edge, una compañía que ha desarrollado una aplicación de análisis de vídeo en tiempo real. No se han desvelado los términos económicos del acuerdo ni el porcentaje invertido en la operación.
La operación se ha llevado a cabo por medio del brazo inversor de la empresa, Asics Ventures. De esta forma, Asics podrá trabajar con las aplicaciones desarrolladas por Run Edge, como Pitchbase, Fl-Ux y Taguru. La primera es utilizada en más de 14 equipos profesionales de béisbol en Japón y Estados Unidos como una herramienta para recopilar datos e información durante los partidos.
Fl-Ux se centra en el fútbol, el baloncesto y el rugby y ya dispone de una gran implantación con más de 80 equipos profesionales y amateurs de Japón y otros países. El caso de Taguru es el que más difiere del resto porque ofrece un servicio a través de una plataforma de vídeos educativos en línea para fomentar la educación en el deporte. La aplicación ya se está introduciendo en universidades y escuelas privadas.
Con esta alianza el gigante nipón buscará integrar la tecnología del análisis de vídeo en diferentes deportes y categorías empresariales. Asics busca iniciativas tecnológicas que le ayuden a lograr los objetivos de su plan a medio plazo para 2023 que consiste en “crear innovación mediante la tecnología del futuro" como apuntan desde la empresa.
En los últimos años Asics ha invertido en diferentes start ups para atacar nuevos nichos de mercado. Algunas pasaron por su programa Tenkan-Ten, una aceleradora de negocios de la que salieron Curv Labs, adquirida por Asics en 2019; Pyrates, en la que también entró en su capital; o Entrenarme, comprada por el dueño de Fit Jeff. Sus últimas inversiones fueron en la plataforma de scouting de fútbol Dreamstock y en Bisu en una app de nutrición y salud.
Asics prevé cerrar 2021 la facturación en 400.000 millones de yuanes (3.090 millones de euros), por encima de los 395.009 millones de yenes (3.050 millones de euros) que esperaban anteriormente, un 1,3% más. Además, volverá a beneficios después de entrar en números rojos con la pandemia, que le generaron unas pérdidas de 127 millones en 2020. Doce meses después, la situación ha variado y la previsión de la compañía es cerrar con un superávit de 9.000 millones de yenes (69,5 millones de euros), mejorando incluso los 5.000 millones de yenes (38,6 millones euros) que tenía como objetivo para el último año.