Asics España entra en pérdidas en 2020 lastrada por un recorte de ventas del 34% por la pandemia

La división española de la compañía se vio obligada a cerrar sus establecimientos en España durante tres meses como consecuencia de la crisis sanitaria. La facturación en el mercado portugués, incluido en esta filial, se desplomó un 66,9%.

Calzado deportivo

La Covid-19 golpeó duramente al negocio de Asics en la Península Ibérica. La filial española del grupo japonés dedicado a la distribución de artículos deportivos registró un retroceso de sus ventas del 33,7% en 2020, pasando de 62,8 millones a 46,9 millones de euros, de acuerdo con las cuentas publicadas en el Registro Mercantil a las que ha tenido acceso 2Playbook.

Hay que tener en cuenta que las restricciones adoptadas por el Gobierno para contener la propagación del virus hicieron que la compañía mantuviera cerradas sus tiendas en España durante al menos tres meses.  A este descenso del volumen de negocio se suma el hecho de que la filial española de Asics entró en pérdidas durante el ejercicio de 2020. En concreto, perdió 892.000 euros, que contrastan con el beneficio neto de casi medio millón de euros que obtuvo en 2019.

A pesar de estos malos resultados – motivados por la pandemia – desde el grupo destacan su intención de mantener la operativa en España. Durante 2020, Asics España mantuvo sus establecimientos cerrados durante los meses de marzo, abril y mayo. Además, la empresa tuvo que recurrir a un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (Erte) en marzo, abril y noviembre, que afectó a parte de su plantilla en España.

A cierre de 2020, la filial del grupo japonés contaba con 280 trabajadores, en línea con la plantilla que mantenía en 2019. La firma de artículos deportivos cuenta con diversos establecimientos en España, ubicados en grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Zaragoza, Málaga y Valladolid. El gasto para la compañía de los arrendamientos de dichos locales fue de 4,57 millones de euros en 2020, frente a los 5,25 millones de euros que pagó en 2019.

La actividad de la filial de Asics en la Península Ibérica no sólo descendió en España. La facturación de la empresa también se desplomó en Portugal, donde las ventas cayeron un 66,9% durante 2020, pasando de 1,7 millones en 2019 a sólo 570.600 euros en 2020. Así, el mercado portugués únicamente supone un 1,2% del volumen de negocio que el grupo japonés obtiene de esta división.

A pesar de que estas son las últimas cuentas que la filial española del grupo japonés ha presentado en el Registro Mercantil, la compañía destacó en sus resultados anuales de 2021 que su negocio mayorista en España había repuntado un 24% al cierre del ejercicio. Este crecimiento sólo fue superado por Italia, donde las ventas se dispararon un 27%. A nivel global, las ventas de Asics mejoraron un 13,7% en 2021, un ejercicio en el que dobló sus ingresos operativos hasta 83,1 millones de euros.

A nivel global, la compañía japonesa especializada sobre todo en running cerró 2021 con una facturación de 404.082 millones de yenes (3.090 millones de euros), un 22% más que en 2020. El grupo registró un beneficio de 9.380 millones de yenes (71 millones de euros), dejando atrás las pérdidas del ejercicio anterior de 16.126 millones de yenes (127 millones de euros).

 

Reestructuración del modelo de negocio

El pasado 2021 fue un año de cambios para la filial ibérica de Asics. La compañía nipona nombró a Carlos Paz responsable de su negocio en el sur de Europa como relevo de Luca Bacherotti, que fue responsable de ventas en estos mercados hasta que abandonó la empresa en el mes de marzo.

 Este cambio fue uno más en la estructura de la firma japonesa en el sur de Europa, ya que Asics empezó a reestructurar su equipo cuando Emilio Risques abandonó la empresa tras dos años como vicepresidente de innovación y nuevos negocios en Europa, Oriente Medio y África (Emea), en 2018. De hecho, en los primeros meses de 2020, antes de la pandemia, hasta 15 empleados de la compañía llegaron a abandonar el grupo.

Tras estos movimientos, Asics optó por reorganizar su negocio en la Península Ibérica. El negocio de pádel en Europa, que hasta 2021 se había gestionado desde la sede de Barcelona, se trasladó a Ámsterdam para capitalizar la expansión de este deporte en el continente, mientras que el departamento de innovación pasó a pilotarse únicamente desde Japón.  Como parte de la misma, el pádel pasó a integrarse en el área de negocio de core performance sports, en el que también se agrupa el running, su categoría estrella.

Además, el grupo nipón firmó un acuerdo con Proged para abrir sus primeras tiendas en España bajo el modelo de franquicias. Las dos primeras se inauguraron en los centros comerciales de Puerto Venecia (Zaragoza) y Plaza Norte 2 (Madrid).

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