El negocio de Adidas también rebota en el primer trimestre. La compañía alemana dedicada a la fabricación y distribución de artículos deportivos ha finalizado los primeros tres meses de 2021 con una facturación de 5.268 millones de euros, un 20,4% más que en el mismo período del año anterior.
Adidas confirma la tendencia de las principales marcas deportivas, desde Puma a Under Armour, pasando por Anta, Li Ning o Columbia. Todas han crecido a ritmo de doble dígito en el arranque del año y han revisado sus previsiones al alza para el conjunto de 2021. En el caso de la marca de las tres bandas, espera incrementar sus ingresos entre un 15% y un 19%, lo que supondría alcanzar una cifra de negocio similar a la de 2019, en torno a 19.850 millones.
Por otro lado, el beneficio neto del grupo germano pasó de 26 millones de euros a 554 millones en el primer trimestre de 2021. De cara al conjunto del año, Adidas espera que se sitúe en una horquilla de entre 1.250 y 1.450 millones de euros. Eso sí, la rentabilidad aún está sujeta a los costes derivados con la venta de Reebok, según la compañía.
“A pesar de que las incertidumbres externas aún son elevadas, creemos que será un gran año para Adidas”, ha señalado Kasper Rørsted, consejero delegado. “La vuelta de los grandes eventos deportivos nos da la oportunidad de posicionarnos frente a miles de millones de consumidores y de tenerlos de vuelta en nuestras tiendas, motivo por el que las ventas crecerán más rápido este año”, ha añadido.
Por mercados, China destaca como el principal motor de las ventas. Esta es la primera vez que el gigante asiático aparece desagregado de la región Asia-Pacífico, tras el cambio anunciado por Adidas para este año. Los ingresos en china se doblaron y alcanzaron 1.402 millones de euros, por delante de Norteamérica, que contrajo la facturación un 0,8%, hasta 1.157 millones. Sin tener el cuenta el cambio de divisa, el crecimiento en este mercado hubiera sido del 8,1%.
En el resto de Asia-Pacífico las ventas se estancaron en 603 millones de euros, mientras que en Europa, África y Oriente Medio (Emea) se elevaron un 3,8%, hasta 1.770 millones de euros (un 7,6% más al tipo de cambio constante). En Latinoamérica la facturación cayó un 2,1%, hasta 297 millones.
Finalmente, la venta directa al consumidor se anotó un incremento del 31%, aunque el grupo no ha indicado el peso que tiene a cierre del primer trimestre sobre las ventas totales. Ello se debe a que el ecommerce prácticamente ha duplicado las ventas respecto al mismo período previo al estallido de la pandemia.
