Carlos Sainz inicia una nueva etapa en la Fórmula 1. Tras muchos rumores y después de que se le vinculara con gran parte del paddock, el piloto madrileño ha optado por sumarse a las filas de una de las escuderías con más tradición del mundial, Williams. Ahora bien, la formación británica ya no es la que ganaba campeonatos en los 80 y en los 90 con leyendas como Nigel Mansell, Alain Prost, Nelson Piquet, Damon Hill o Jacques Villeneuve, sino que se encuentra en el vagón de cola de la clasificación. Por ello, más allá del baile de asientos que le ha ido cerrando las puertas de otros proyectos, su fichaje también se explica desde el plano comercial y estratégico.
El piloto español se subirá el próximo año al volante de la que será su quinta escudería en su etapa en la F1. A diferencia de los anteriores, este contrato puede suponer un paso atrás en sus aspiraciones deportivas, pero su llegada a la formación de Grove puede ayudar a mitigar el golpe en su flotación de patrocinadores. El ganador de tres Grandes Premios de F1 ocupará el asiento de Logan Sargeant, único piloto estadounidense de la parrilla, lo que puede provocar la salida automática de marcas yankees. Estas compañías representan alrededor del 60% de los espónsors de la escudería y muchas de ellas se unieron al proyecto con el fichaje de Sargeant.
Williams es el equipo que más creció en ingresos en 2022, con un avance interanual del 66%, hasta 171,7 millones de libras (196,3 millones de euros). Según datos extraídos de Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, los patrocinios se valoran en 108,3 millones de libras (128,48 millones de euros), casi tres veces menos que los 294,5 millones de euros que se le imputan a Ferrari. La escudería fundada por Frank Williams continuaba en pérdidas en 2022, con un agujero de más de 17 millones de libras.
A la espera de conocer qué marcas dejan Williams para seguir a Sargeant, ese escenario abre la puerta a una potencial entrada de compañías que han acompañado a Sainz a lo largo de su carrera. El caso más claro es el de Banco Santander, que se volvió a involucrar en la F1 en 2022 con el fichaje del piloto español por Ferrari. Si bien se desconoce el año en que expira su contrato con la estructura italiana, la entidad bancaria ha patrocinado activaciones como la creación de la grada de Carlos Sainz en algunos grandes premios. En el pasado, la entidad financiera ya pasó de McLaren a Ferrari cuando Fernando Alonso se vistió de rojo y Williams no cuenta con un gran banco entre sus patrocinadores; sí figura Stephens como socio oficial de banca de inversión.
Otra opción que parece más compleja es la vuelta de un antiguo socio. Estrella Galicia fue hasta el año pasado el principal espónsor que acompañaba al piloto madrileño, pero esta temporada sus destinos se separaron después de que la cervecera española, a través de su producto sin alcohol, dejara Ferrari para irse a McLaren. Ahora bien, el acuerdo con la escudería de Woking es multianual, por lo que se desconoce si podría incorporarse también a Williams, que además ya cuenta con la cervecera estadounidense Michelob Ultra. En cualquier caso, no es baladí que Reino Unido es un mercado importante para las dos multinacionales españolas.
De Sainz padre a Sainz hijo: diferentes marcas y relevancia en redes
El piloto de Fórmula 1 se ha sabido labrar una carrera en la categoría reina del automovilismo sin que le pese el apellido. De hecho, el nuevo piloto de Williams tampoco comparte con su padre ningún patrocinador. El cuatro veces vencedor del Rally Dakar cuenta con Red Bull como socio principal. La marca de bebidas energéticas acompañará a Carlos Sainz (padre) en su proyecto en Ford, con el que intentará revalidar el título del Dakar. La victoria del pasado enero la logró cuando pilotaba para Audi, una marca que con su próxima entrada en la F1 también se había vinculado a Carlos Sainz (hijo). Finalmente, ambos han tomado caminos distintos.
El piloto de rallyes también dispone de un equipo propio en Extreme E en el que cuenta con Acciona, Qev Technologies y Sparco entre sus espónsors. Hasta el año pasado Banco Santander también se encontraba en su cartera comercial, único patrocinador que compartían padre e hijo.
Donde no hay color en la comparación es en el seguimiento en redes, una dimensión cada vez más importante para las marcas. El piloto de F1 acumula 15,6 millones de seguidores entre X, TiKTok e Instagram, algo que intentará explotar la escudería británica consciente de su atractivo comercial. Es más de 15 veces que los seguidores de Sargeant en esas redes sociales. Las cifras no sólo atestiguan el buen rendimiento de Sainz sobre el asfalto, sino también el atractivo de la F1 entre los espectadores, sobre todo los más jóvenes. Por su parte, Carlos Sainz Sr. acumula menos de 400.000 seguidores en redes.
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