Mohed Altrad podía haber invertido parte de su multimillonario patrimonio en fútbol. Sin embargo, este empresario sirio de la construcción, que reside en Francia desde joven, ha decidido apostar de manera decidida por otro deporte, el rugby. Su empresa, Altrad, acaba de firmar un contrato por seis temporadas con los All Blacks para ser el nuevo patrocinador principal del equipo más popular del planeta, en sustitución de AIG. Además, el grupo es main sponsor de la selección francesa desde hace tres años.
Se desconocen los términos económicos del acuerdo, si bien se prevé sea mayor que el que mantiene con el XV del Gallo, a cuya federación paga cerca de 6 millones de euros anuales hasta 2023. No en vano, el negocio comercial de los All Blacks está valorado en 1.845 millones de euros.
El contrato entre Altrad y la New Zealand Rugby (NZR), que arrancará el 1 de enero de 2022, abarcará a los All Blacks, las Black Ferns -selección femenina absoluta-, las selecciones absolutas de Sevens, los Maori All Blacks y el combinado sub’20.
Mohed Altrad, que también es propietario del Montpellier Hérault del Top-14, ha destacado que “el rugby defiende los valores que siempre he defendido en mi vida. El rugby neozelandés es la encarnación de estos valores dentro y fuera del campo. Con nuestros caminos paralelos desde las raíces indígenas hasta el éxito internacional, la asociación entre Altrad y la NZR es un paso natural en nuestros caminos”.
Por su parte, el director ejecutivo de la NZR, Mark Robinson, ha añadido que “seguiremos construyendo nuestro legado global en el rugby. Estamos entusiasmados por la oportunidad que tienen ambas partes de profundizar las conexiones con las comunidades proporcionando clinics de los All Blacks a niños y jóvenes”.
Sin noticias de la oferta de Silver Lake por la marca comercial
Más allá de este acuerdo de patrocinio, los All Black estaban en busca de nuevos ingresos para compensar las pérdidas ocasionadas por la Covid-19. Al respecto, la NZR había alcanzado en abril un acuerdo con el fondo de inversión Silver Lake para darle una participación del 12,5% en el negocio comercial del equipo a cambio de 280 millones de dólares (238 millones de euros).
Sin embargo, los jugadores se opusieron y todavía no hay una oficialización del acuerdo. Los All Blacks temen que esta privatización de su marca afectara en su relación con los aficionados neozelandeses y quieren garantías de que la haka, su gran ritual prepartido y una de sus señas de identidad, será protegida. La consultora británica Brand Finance valora la marca en 159 millones de euros.
En el otro lado de la balanza, la NZR solicitaba a los jugadores que acepten el acuerdo para poder mitigar las pérdidas sufridas por la crisis de la Covid, que ya en 2020 le supuso un déficit de 18,7 millones de dólares neozelandeses (11,2 millones de euros). Resta saber si este nuevo acuerdo permitirá al equipo mantenerse como 100% All Black.