El grupo PepsiCo, que también integra a Frito-Lay’s, es cada año el que realiza algunas de las activaciones con más impacto de cara a la Super Bowl. Entre las de esta edición destaca, principalmente, la de Doritos. La marca ha elegido la fachada del hotel Luxor, que tiene una forma de pirámide, para revestirla como un nacho, aprovechando que estará a pocos metros del estadio donde se disputará la final de la NFL.
Doritos ha sorteado el fee que tendría que pagar a la NFL por ser su patrocinador, o por un anuncio en televisión, que cotiza a una media de entre 6 y 7 millones de dólares por minuto. Se desconoce cuánto ha invertido Doritos en esta activación, de una duración superior a un mes.
La Super Bowl 2024 se celebra en Las Vegas por primera vez. El éxito de Doritos ha llevado a otros hoteles y casinos a buscar acuerdos similares. El Hotel Delano negocia para realizar acciones similares y Pepsi ya ha revestido Sphere, el nuevo recinto, que ya está equipado con luces LED hacia el exterior para proyectar imágenes, vídeos o patrocinios. Caesars Entertainment y MGM Resorts también han confirmado que utilizarán sus edificios para proyectar activaciones de la NFL y sus patrocinadores.
PepsiCo, por su parte, sigue una estela de grandes activaciones en la Super Bowl. El año pasado reunió a estrellas y leyendas de la liga para el comienzo de la temporada y en otra creó un snack exclusivo de la NFL. “Nuestras marcas son sinónimo de la experiencia del día de partido. Es un momento de disfrutar con amigos, familia y fútbol americano, de exaltación, y lo primero que se oye es el pop de una bolsa abriéndose y el chunch de un chip en la boca”, ha señalado Greg Lyons, director de marketing de PepsiCo en Norteamérica.