La industria del deporte ha evolucionado de ser una pasión cultural hacia convertirse en una fuerza económica global que genera miles de millones. Esta transformación ha posicionado al deporte como uno de los sectores de inversión más dinámicos.
La industria del deporte ha evolucionado de ser una pasión cultural y social hacia convertirse en una fuerza económica global que genera miles de millones de euros. Lo que antes eran tesoros locales de las comunidades, ahora son franquicias deportivas transformadas en empresas globales con grandes flujos de ingresos, huellas digitales diversificadas y operaciones comerciales sofisticadas. Esta transformación, impulsada por el aumento vertiginoso de las valoraciones de las franquicias, el auge de los derechos de medios y los avances tecnológicos, ha posicionado al deporte como uno de los sectores de inversión más dinámicos de la era moderna. Sin embargo, a medida que crecen las oportunidades, también lo hacen las complejidades asociadas con la gestión eficaz de estos activos. Para los inversores, el capital financiero por sí solo ya no garantiza el éxito en esta industria competitiva e interconectada. Hoy, las prioridades son la capacidad operativa, la responsabilidad en la gobernanza y la visión estratégica.
Durante el último año, he participado en incontables conversaciones y proyectos tanto con inversores como con organizaciones deportivas en busca de capital. Este trabajo ha revelado las intrincadas dinámicas de alinear el capital de inversión con las necesidades operativas. Los inversores a menudo se enfrentan a la tarea desalentadora de navegar en una industria moldeada por una interacción compleja de factores culturales, económicos y emocionales, mientras que las organizaciones deportivas que buscan capital deben someterse a una preparación significativa. De estas experiencias ha surgido un aprendizaje crítico: el éxito a largo plazo se construye sobre una base de rigor operativo, excelencia en el liderazgo y una alineación estratégica sólida.
Por pura casualidad, esta semana escuché episodios de “Investing in Sports” de The Goldman Sachs Exchanges Podcast, Sports Inside de 2Playbook y “The Deal” de Bloomberg Originals. En estos, figuras clave como José E. Feliciano de Clearlake Capital, Josh Harris de Apollo Global Management y los Washington Commanders, David Rubenstein de The Carlyle Group y los Baltimore Oriols, y Joe Baratta de Blackstone, entre otros, compartieron ideas sobre cómo están impactando los mercados de capital y las inversiones deportivas, así como se ha comentado la intención del Real Madrid de explorar vías de incorporar el club como empresa.
Los principios basados en la transformación de los objetivos de inversión mediante una profunda revisión operativa no son nuevos en la industria financiera, pero han sido ampliamente ignorados en la industria del deporte. Líderes como Feliciano y Baratta ofrecen un camino claro para prosperar en cualquier sector desde las perspectivas de inversión, adquisición y salida. Siendo una industria que algunos sugieren podría alcanzar un valor de un billón de euros, el deporte debe prestar atención.
El Marco OPS: transformando las inversiones deportivas
José Feliciano de Clearlake Capital presenta un marco de transformación conocido como OPS (Operations, People, Strategy), que se centra en convertir empresas en entidades “más grandes y mejores”. En una entrevista con Goldman Sachs Exchanges, Feliciano explicó:
“OPS es nuestra versión de un marco operativo que utilizamos para hacer que nuestras compañías sean, de manera sencilla, más grandes y mejores. La idea es enfocarnos en ciertos aspectos de esas compañías—ya sea en las operaciones, las personas o la estrategia—y tratar de identificar lo que realmente importa al inicio de la inversión para mejorarlo.”
Este enfoque es particularmente relevante en la industria del deporte, donde los factores culturales y emocionales se entrelazan con las realidades financieras y operativas. OPS ofrece una guía para manejar estas complejidades y generar crecimiento sostenible mediante tres pilares:
1. Operaciones: La eficiencia y la optimización son esenciales para el crecimiento. Por ejemplo, estadios como el Tottenham Hotspur Stadium demuestran cómo la infraestructura moderna puede generar ingresos diversificados. Sin embargo, incluso estos activos de última generación necesitan marcos operativos rigurosos para alcanzar su máximo potencial. ¿Podrían los clubes europeos externalizar la gestión de sus activos inmobiliarios para maximizar los beneficios?
2. Personas: El liderazgo y la alineación del equipo son fundamentales. Feliciano enfatiza la importancia de equipos de alto rendimiento capaces de ejecutar estrategias complejas. En deportes, donde los aficionados tienen un papel crucial, un liderazgo sólido garantiza que las decisiones operativas sean tanto efectivas como culturalmente alineadas. A menudo, los gerentes generales se centran exclusivamente en operaciones deportivas. ¿No deberían los propietarios establecer un liderazgo independiente que otorgue autonomía y poder de decisión a las operaciones comerciales?
3. Estrategia: Este pilar asegura que las mejoras operativas sean escalables y sostenibles, alineadas con objetivos a largo plazo. En una industria donde las victorias a corto plazo pueden ser una tentación, un marco estratégico sólido ayuda a equilibrar el rendimiento inmediato con metas organizativas más amplias.
El Caso de los Boston Celtics: Una lección de dualidad
Los Boston Celtics, valorados en 5.100 millones de dólares, son un ejemplo claro de los retos inherentes a las valoraciones elevadas. A pesar de su fuerte perfil financiero, enfrentan desafíos significativos, como los elevados costes salariales y la falta de un estadio propio que genere ingresos adicionales. Este caso destaca una verdad ineludible: la valoración no es suficiente. La excelencia operativa, el liderazgo sólido y una visión estratégica son esenciales para sostener y aumentar el valor de los activos deportivos.
Innovaciones en derechos de medios y consumo directo
En medio de la disrupción tecnológica, el modelo tradicional de redes deportivas regionales (RSNs) está en crisis, afectado por la pérdida de suscriptores y el declive de los paquetes de televisión por cable. En respuesta, las ligas como la NBA y MLB están explorando modelos híbridos que integren derechos nacionales y locales en paquetes de streaming, colaborando con plataformas como Amazon, Apple TV+ y DAZN para recuperar ingresos perdidos y mejorar el acceso de los aficionados.
Euroleague Basketball es un caso de estudio relevante. Podría consolidar derechos televisivos en toda Europa Occidental y asociarse con plataformas como DAZN o Sky para capitalizar mercados en crecimiento como Alemania y Francia, mientras fortalece su base en España e Italia, y a la vez se prepara para atacar en la conquista del Reino Unido. Alternativamente, podría optar por un modelo directo al consumidor (DTC) a través de su ya existente plataforma EuroLeagueTV, proporcionando una experiencia de visualización integral para sus aficionados, y controlando el negocio y la experiencia de usuario al 100%.
Conclusión: El futuro de una industria en auge
La transformación de la industria deportiva subraya una lección crítica: el rigor operativo, el liderazgo excepcional y la visión estratégica no son opcionales, sino fundamentales. El marco OPS destaca la importancia de alinear operaciones, personas y estrategia para crear valor duradero.
El próximo capítulo de la industria será escrito por aquellos que prioricen el crecimiento sostenible, integren responsabilidad en la gobernanza y equilibren la tradición con la innovación. Al centrarse en estos principios, las organizaciones deportivas pueden navegar la complejidad, garantizar la rentabilidad a largo plazo y consolidar su impacto económico y cultural a nivel global.
Rayde Luis Baez
Fundador de The Connect y Co-fundafor de SPORTHINK