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El liderazgo humanista, en términos generales, se entiende como un enfoque que prioriza al ser humano en la gestión y la toma de decisiones. En la industria del deporte, esta forma de liderazgo adquiere relevancia, ya que no se trata únicamente de alcanzar resultados y competencias, sino de construir relaciones sólidas, fomentar el desarrollo integral de los individuos y contribuir a la comunidad. Es decir reforzar una de las principales palancas del deporte: la transmisión de valores.
En el centro, la persona. Porque a diferencia de los modelos de liderazgo más tradicionales, que suelen enfocarse casi exclusivamente en el rendimiento y la competitividad, el liderazgo humanista busca comprender y valorar a cada individuo en su totalidad. Esto implica reconocer no solo las habilidades y destrezas técnicas, sino también las emociones, motivaciones y desafíos que enfrenta cada persona. Al adoptar esta perspectiva integral, los líderes en la industria del deporte tienen la posibilidad de crear un clima más enriquecedor y humano, donde cada persona se sienta valorada y respaldada.
En el ámbito deportivo, los líderes humanistas, sean entrenadores, directivos o gestores..., están comprometidos no solo con el éxito del equipo, sino también con el bienestar de sus miembros. Poniendo de ejemplo a un entrenador que adopta un enfoque humanista, no solo se debe preocupar por la estrategia del juego, sino también por el estado emocional de sus jugadores. Este tipo de liderazgo fomenta la comunicación abierta y el diálogo, permitiendo que los deportistas expresen sus inquietudes, necesidades y aspiraciones. Una relación significativa entre el líder y los miembros del equipo promueve la confianza y la cohesión, elementos fundamentales para lograr un rendimiento óptimo.
Una relación significativa entre el líder y los miembros del equipo promueve la confianza y la cohesión, elementos fundamentales para lograr un rendimiento óptimo.
Desde la perspectiva de cualquier organización en la industria del deporte, las entidades que adoptan un liderazgo humanista tienden a experimentar una mayor lealtad y compromiso por parte de sus miembros. Las personas que se sienten valorados y respetados son más propensos a rendir al máximo y a permanecer en sus equipos durante períodos prolongados. Esto no solo reduce la rotación de personal, sino que también contribuye a la construcción de culturas organizacionales sólidas, donde el trabajo en equipo y la colaboración son fundamentales.
Los retos para conseguirlo no son menores. La cultura tradicional en muchos ámbitos deportivos todavía prioriza el resultado a toda costa, lo que puede dificultar la implementación de un liderazgo humanista. Nunca puede estar el rendimiento por encima del bienestar personal. En este contexto, es fundamental que los líderes humanistas actúen como agentes de cambio, promoviendo una visión diferente que desafíe las normas establecidas y resalte la importancia del cuidado integral de la persona.
La capacitación y el desarrollo continuo son esenciales para los líderes en la industria del deporte que desean adoptar un enfoque humanista. Esto implica no solo adquirir conocimientos sobre habilidades específicas de liderazgo, sino también formarse en áreas como la inteligencia emocional, la mediación y el coaching. Es decir, trabajar en fortalecer la capacidad para comprender y conectar con los equipos y ser los promotores de entornos más saludables y productivos.
Dedicar un tiempo a entender qué motiva a tu equipo, y emplear parte de tu tiempo a incorporarlo y ponerlo en marcha, nunca será un trabajo baldío. Ya lo decía John Quincy Adams, diplomático y sexto presidente de los Estados Unidos: “Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, ... entonces eres un líder”. La industria deportiva tiene la oportunidad de liderar en este terreno, y ser uno de los grandes referentes en servicio de calidad a la ciudadanía, innovación y sostenibilidad.
Alfonso Arroyo es director general de la plataforma España Deporte y adjunto a la presidencia de GO fit.