El enfoque en la salud mental y emocional; la personalización y la sostenibilidad son tendencias que no sólo promueven una vida más activa, sino que también fomentan un legado más saludable y sostenible para las futuras generaciones.

El mundo del fitness y la actividad física está en constante evolución, y las tendencias futuras prometen transformar fortalecer su uso en la agenda vital de las personas. La estructura y el tiempo que dedicamos a ejercitamos está afortunadamente ligada al cuidado de nuestra salud. La pandemia aceleró algunas cosas como la adopción de plataformas digitales, lo que permite a las personas acceder a entrenadores y clases desde de sus hogares. Esto es cierto que ofrecía flexibilidad y un gran salto tecnológico, pero más allá de un gran efecto difusión, no es menos cierto que ponía sobre la mesa con fortaleza una realidad: la experiencia del usuario necesitaba más componentes para transformarse en un hábito de largo recorrido.

Hoy una tendencia que se vislumbra es el enfoque en la salud mental y emocional. Cada vez más, los diferentes formatos están incorporando prácticas como la meditación y el yoga, reconociendo que el bienestar integral es fundamental como parte de su oferta.

Otra tendencia que está cogiendo su espacio es la personalización, que desde mi punto de vista seguirá creciendo, con programas adaptados a las necesidades y objetivos individuales, facilitados por el uso de tecnología, como aplicaciones y wearables.

Finalmente, la sostenibilidad también está cogiendo peso. Los consumidores buscan productos y servicios de fitness que sean respetuosos con el medio ambiente, un ejemplo que irrumpe es la utilización de ropa de entrenamiento hecha de materiales reciclados.

Al adoptar estas tendencias, el futuro del fitness no solo promueve una vida más activa, sino que también fomenta un legado más saludable y sostenible para las futuras generaciones.

 

Alfonso Arroyo es director general de la plataforma España Deporte y adjunto a la presidencia de GO fit.