Dreamfit es, junto a McFit, una de las dos primeras cadenas de gimnasios que desarrollaron el modelo low cost en España. La compañía echó a andar en 2010, y una década le ha bastado para posicionarse en el sector del fitness, creciendo con recursos propios y con el apoyo de la banca, sin dar entrada a ningún fondo de inversión en el capital. Al frente de la empresa está el cofundador y presidente, Rafa Cecilio, que admite que la preocupación de los operadores es que la recuperación no sea tan rápida y suponga cambios de calado en los hábitos de los clientes. “Si la gente huye de las aglomeraciones tendremos que cambiar nuestro modelo, y quien no esté preparado puede que lo pase mal en el post-Covid”, afirma.
¿Cómo llegas al octavo mes desde el inicio de la pandemia?
Estamos esperanzados porque las pandemias acaban. Sabemos que esto tiene fecha de caducidad y esperamos que sea para finales de 2021, si no puede ser antes. Lo que más me preocupa es que la recuperación no sea tan rápida como creen los más optimistas; que lleguemos agotados al final de la pandemia y que tenga consecuencias psicológicas y sociológicas que haga que el modelo de fitness tenga que cambiar. Si la gente huye de las aglomeraciones, nosotros tendremos que cambiar el modelo. Quien no esté preparado para eso, puede que lo pase mal en el post-Covid.
¿Cómo afectaría ese temor a las aglomeraciones a las cadenas de gimnasios?
Nos afecta porque choca de llenos con el único punto débil que teníamos: la saturación del centro en horas pico entre semana. Por lo demás no temo, porque creo que antes de la crisis los clientes estaban encantados con la relación calidad-precio de los gimnasios.
¿Se acabarán las clases dirigidas con medio centenar de personas?
Es posible que la gente deje de venir a participar en sesiones con muchas personas en cuanto se puedan volver a organizar con su aforo habitual. No es algo que nos afecte solo a nosotros. ¿Volverá la gente a ir a festivales de música? ¿A viajar como antes? Hay muchas incógnitas y, aunque probablemente esto en cuatro años se olvide, asumo que el periodo post pandemia será de adaptación de los negocios a esa nueva situación en la que puede que tengamos que mantener las instalaciones con un 25% menos de clientes.
“Si la gente huye de las aglomeraciones, nosotros tendremos que cambiar el modelo. Quien no esté preparado para eso, puede que lo pase mal en el post-Covid”
¿Se viene subida de precios?
Habrá operadores que puedan aguantar con menos clientes y mismos gastos, pero creo que el sector tendrá que subir un poco el precio para compensar la caída de clientes y no renunciar a la rentabilidad. Y creo también que, al tener menos clientes por centro, las cadenas tendrán que expandirse con gimnasios para atender una demanda que prefiere entrenar con menos gente alrededor.
¿El cliente es sensible al precio?
El consumidor siempre es sensible al precio, pero creo que en España el precio es tan económico y el servicio es tan bueno que hay margen para subir un poco la cuota. Si fuera una subida generalizada en todo el sector no sería descabellado que los clientes lo entendieran.
¿Y el sector qué opina al respecto?
Creo que hay consenso y cierto temor a la subida de precios. Consenso porque la industria sabe que el fitness en España es muy barato para los servicios que ofrece. Y, además, en la anterior crisis, los operadores que bajaron el precio acabaron muriéndose.
Recuerdo que hace años hablamos y me dijiste que temías al techo de cristal de los treinta euros, porque situaría al low cost muy cerca del concesional.
Es cierto, y lo temía porque el concesional tiene instalaciones más grandes, con piscina y nos situaría muy cerca en cuanto a precio. Pero eso lo ha cambiado la pandemia y creo que la subida de precios va a ser genérica en todos los segmentos. Hay que poner en valor la calidad de servicios que se ofrece; el fitness español no es el de hace quince años. Una crisis siempre es inoportuna, pero nos ha cogido en buen momento porque ahora tenemos gimnasios más desarrollados y que no tienen que envidiar a los de Francia, Alemania o Reino Unido; son los operadores de allí los que miran hacia aquí.
“Una crisis siempre es inoportuna, pero nos ha cogido en buen momento porque ahora tenemos gimnasios más desarrollados”
Hace años que se habla del fitness de bajo coste en España como un modelo de mayor servicio que sus homólogos en Europa. ¿Eso lo sitúa en mejor posición para adaptarse?
España para eso tiene un gran recorrido, porque las instalaciones de aquí son muy buenas y ofrecen precios baratos. La pandemia hará que este sector mejore y evolucione. La digitalización también provocará ese cambio porque ya hay gente que prefiere entrenar en casa, o combinar su entrenamiento en el hogar con el del gimnasio. Todo eso hará que el fitness post-Covid sea distinto a como era antes.
El low cost se expandió en España en época de crisis, entre 2009 y 2015. ¿Volverá a crecer con la crisis económica provocada por la pandemia?
La Covid-19 me preocupa por la afectación que tiene en el país y en sus ciudadanos, pero no como operador low cost. El precedente es que este segmento se desarrolló mucho durante la crisis anterior. Además, creo que entre todas las alternativas de ocio que tiene una persona, el fitness es la más barata. A 28 euros de tarifa mensual tienes acceso a deporte, salud, ducha… Una tarde en el cine con la familia cuesta más. Los gimnasios somos el binomio de ocio y salud, y confío en que la gente no se desapuntará del gimnasio y optará por reducir gastos por otras vías. Si algo se ha reforzado con la pandemia es la salud, y nosotros estamos en el centro.
¿Puede afectar a otros segmentos?
Creo que la crisis económica tampoco va a afectar a los centros deportivos premium y concesionales. Este último ofrece tarifas familiares y, al final, cada usuario paga menos que en el low cost. De hecho, en la crisis anterior, el concesional creció, y el premium que no se atemorizó ni intentó combatir la crisis con la bajada de precios, creció. Fíjate en Metropolitan, que creció mucho en esa época. Sí que les fue mal a otros operadores que acabaron saliendo de España y que alteraron su propuesta de valor. Además, el premium español no es el que te encuentras en Londres o Nueva York: aquí tienes un muy buen servicio por sesenta euros al mes. Low cost, medium y premium son segmentos muy competitivos en España.
¿A quién afecta más esta crisis económica?
A las cadenas con pocos centros o clubes independientes que no tengan recursos económicos para hacer frente al día a día. Lamentablemente habrá muchas empresas que tengan que cerrar, y eso inevitablemente supondrá un acelerón en el proceso de concentración del sector a lo largo de 2021. Esto se notará sobre todo en el low cost y en el concesional.
¿Los grandes players están mejor preparados?
Son cadenas que quizás estén muy endeudadas, pero con mucha capacidad para afrontar los pagos y con un equipo directivo detrás muy potente. Tienen una capacidad de negociación con sus entidades financieras que favorecerá que no tengan problemas para refinanciar deuda o para absorber a operadores que caigan.