Óscar Gallego recibió una llamada hace mes y medio, y hoy prepara un Mundial. El director ejecutivo del Mundial femenino de hockey Terrassa 2022 prepara el campeonato con el ánimo de que, en quince meses, la pandemia sea historia y con el objetivo de posicionar la ciudad y el hockey, un deporte “con mucha capacidad de crecimiento”. Para la reforma del estadio, treinta años después de ser sede olímpica en Barcelona 92, la inversión de la administración será de 3,6 millones de euros.
Dejas la Titan Desert para dirigir el Mundial de hockey de Terrassa 2022. ¿Por qué?
Hoy en día, un Mundial, saliendo de la pandemia, me apetecía. Es una buena oportunidad para demostrar que en España organizamos muy bien los eventos, que somos un referente. Todos esos cambios que ha habido en la sociedad, por ejemplo, con la sostenibilidad. Poder hacer un evento que sea un referente a nivel de sostenibilidad. Además, Terrassa es una ciudad de hockey 100%. Y luego está la figura de la mujer, que hemos visto la victoria del Barça, cómo en los Juegos han logrado más medallas ellas que ellos… Si unes Terrassa, que es sinónimo de hockey, mujer y sostenibilidad, es una gran oportunidad.
¿Cómo ha afectado la Covid al evento y su organización?
Lo paró todo, y ahora estamos volviendo a encender las máquinas. Pero tenemos la suerte de que el evento es en 2022, y que las cosas ya están cambiando mucho, por lo que confío en que no tengamos problemas, aunque tendremos que tener mucho cuidado con los protocolos de sanidad.
Un tema a tener en cuenta es que el Mundial será co-organizado junto a Amstelveen (Países Bajos). ¿Esto qué implica?
Bueno, en materia de gestión, poco. Cada uno organizará su parte, con la unión de que queremos ser los dos sostenibles. Aquí es interesante que nos hemos juntado con un país referente en el hockey y en la organización de eventos.
Las finales serán, eso sí, en Terrassa.
Sí, tenemos más que demostrar nosotros que ellos. Queremos que sea el año de la medalla de oro del Mundial. Sería la guinda y repetir, en parte, lo que pasó en Barcelona 92 con el oro en los Juegos.
¿Habrá público en los partidos?
Absolutamente. Tenemos que seguir trabajando, pero cuando lleguemos a enero de 2022 será el momento de analizar este punto. El objetivo es 7.500 personas en las gradas, la capacidad total. Queremos ser capaces de ofrecer una experiencia para no sólo llenar los partidos de España, sino todos.
¿En qué puntos estáis trabajando más ahora entonces?
En septiembre comenzamos la reforma del estadio: gradas, luz, sonido, interiores… Estas obras irán hasta marzo-abril. Y también estamos buscando el equipo que nos acompañará, con esos parámetros de sostenibilidad de los que te hablaba.
En el estadio, ¿qué mejoras se llevarán a cabo?
Césped nuevo, cambiar la grada, que se reducirá de 9.000 a 7.500 personas para que la experiencia del público sea mejor y de mayor calidad. Ahora, también se trabajará mucho las referencias de Terrassa, como la gastronomía o la música popular y local.
¿Qué presupuesto se destinará para la obra?
El presupuesto es de 3,6 millones de euros, financiado por entidades públicas. Es ese estadio que en 1992 se reformó para los Juegos y fue muy potente, ahora le hacía falta otra nueva reforma.
Hablabas antes de sostenibilidad. ¿Cómo lo trabajaréis?
Todos los proveedores deberán tener el medioambiente como eje, por ejemplo, con uso de generadores solares, vehículos eléctricos, catering con productos de proximidad… Potenciaremos también el uso del transporte público, que la gente no tenga que venir en coche. Terrassa esto te lo permite perfectamente. Nos gustaría que fuera recordado como el Mundial de la sostenibilidad.
Volviendo a tu nombramiento, llegas a una federación que está en cambio. Fichó del Barça a su primer CEO, ha innovado en muchas áreas… ¿Esto te influyó a la hora de firmar?
Sí, cuando ves que hay gente que está intentando hacer cambios, que quiere hacer eventos como el Mundial que puede crecer mucho todavía, te anima. Es un deporte que cuando lo ves en directo, enamora. Está luego David Serrahima, que es un referente en el mundo del deporte, o Llorenç Arnau, que viene del Barça, te apetece trabajar con gente tan profesional como ellos. Es una federación muy abierta de mente, con mucho brainstorming.
Dices que, en directo, el hockey enamora. ¿Cómo hacerlo para que enamore por televisión?
Ahí está nuestro reto (ríe). Tenemos quince meses para conseguir que la gente vea la dificultad del deporte. Recuerdo una campaña en los Europeos de atletismo de Barcelona -en los que Gallego fue director de marketing-: cuando ves un salto de pértiga, que son 6 metros, y lo comparas con una farola del Paseo de Gracia, y ves la farola y te dices: ¿hasta ahí? Eso es lo que hace el deporte.