Nick Bitel lleva casi tres décadas al frente de la organización de uno de los principales maratones del mundo. Las donaciones que se llevan a cabo cada año para entidades benéficas y el papel cada vez más grande que tienen las mujeres en la prueba son dos de los hitos más destacados hasta la fecha. De hecho, para la edición que se llevará a cabo en abril de 2023 “hemos recibido más inscripciones de mujeres que de hombres”.
Más allá del Maratón, Bitel tiene una amplia experiencia en la industria del deporte como abogado y consultor especializado en derecho deportivo, con clientes como Wimbledon, Uefa o la Ryder Cup, y durante ocho años fue presidente de Sports England, organismo público para la promoción del deporte en el Reino Unido. El directivo británico señala que la oportunidad incrementar ingresos en el running se encuentra en la parte digital. La carrera prevé en 2023 “superar los 6 millones de libras de beneficio, alrededor de 7 millones de euros, ligeramente por encima de los datos de 2022”, según señala Bitel. De este modo, London Marathon Events se acerca a las cifras de rentabilidad que la compañía alcanzó en 2019, cuando cerró el ejercicio con unos beneficios de 8,4 millones de libras (9,5 millones de euros).
¿Cuál fue el presupuesto del Maratón en 2022? ¿Cambiará de cara a 2023?
No damos a conocer nuestro presupuesto completo, pero lo que sí podemos decir es la previsión de beneficios o pérdidas que tendremos en 2023 con la organización del Maratón. Para 2023 aspiramos a tener 6 millones de libras de beneficio, alrededor de 7 millones de euros, ligeramente por encima de los datos de 2022.
¿Qué otras fuentes de financiación tenéis pensado incorporar en los próximos años?
Queremos crecer añadiendo nuevos eventos, aumentando el número de inscripciones, y, en definitiva, sumar otras fuentes de ingresos. Y creo que estos nuevos ingresos están en la parte digital de las carreras y los podemos extraer de varias maneras. Hemos firmado un acuerdo que nos proporcionará nuevas fuentes de ingresos en el área digital. Ya hemos contado con carreras virtuales, pero son realmente modestas en número, pero tenemos una gran base de datos de más de dos millones de corredores y creemos que podemos ofrecerles servicios a todos ellos. Sin duda, la parte digital será más importante en los próximos años.
A través de London Marathon Events organizáis otros eventos en el país, no sólo carreras de running, sino también de ciclismo o natación. ¿Tenéis previsto llegar a otras disciplinas?
Hay posibilidades, pero nuestra experiencia está en los eventos masivos y no estoy seguro de que haya más fuera de lo que ya organizamos. Hay disciplinas como el baloncesto que están experimentando un gran crecimiento en Gran Bretaña, tienen margen de mejora y podríamos intentar meternos en ello. Por otro lado, como hacemos con otros eventos de running o ciclismo, ya colaboramos con terceros poniéndoles a disposición nuestra experiencia.
“Queremos crecer añadiendo nuevos eventos, aumentando el número de inscripciones, y, en definitiva, sumar otras fuentes de ingresos”
¿Qué debe hacer un deporte tan tradicional como el atletismo para seguir captando la atención de las nuevas generaciones?
El problema es que hay pocas intersecciones entre el running y el atletismo. Más de 3 millones de personas hacen running en Reino Unido, y, en cambio, los que practican regularmente el atletismo son alrededor de 30.000 personas. El atletismo es muy elitista, si no eres bueno no lo disfrutas. Necesitamos una forma de igualar el atletismo, de hacerlo divertido, aunque no tengas un gran nivel. En el tenis, por ejemplo, te repartes en divisiones según tu nivel y siempre tienes una competición en la que encajas. El atletismo tiene que encontrar la manera de que la gente lo practique durante más tiempo, para que cuando acabes los estudios sigas haciéndolo y no lo dejes cuando ya no tienes nivel para competir.
¿Hacia dónde se dirige el negocio del running y las carreras populares?
La pandemia causó un boom del running, pero se practicaba individualmente. En Europa y América ha habido una resistencia a competir en eventos porque la gente tenía miedo a participar en carreras multitudinarias. Entonces, aunque salía a correr más gente, también había menos demanda para participar en las carreras populares, más allá de los eventos premium como el Maratón de Londres o el de Nueva York. Ahora estamos viendo como esa demanda está creciendo lentamente, pero sobre todo en las distancias cortas ha habido un exceso de oferta. Ahora, empezamos a ver una consolidación en el mercado.
¿Cómo ha evolucionado el Maratón de Londres hasta convertirse en una prueba de referencia a nivel mundial? ¿Qué avances se han hecho en la última década tras consolidarse como Major?
El maratón de Londres ha cambiado radicalmente. En 1981 sólo teníamos el 6% de corredores que tenemos ahora, y todos eran de gran nivel. Hoy en día la gran mayoría de corredores son populares y quizás están en su primer maratón. Además, contamos con la carrera de élite que es una de las mejores del mundo. En los últimos años estamos dando grandes pasos en igualdad, con la participación de casi el mismo número de mujeres y hombres. Por otro lado, es importante mencionar los vínculos que tenemos con la beneficencia a través de las organizaciones con las que colaboramos y a las que se envían grandes donaciones cada año. Desde hace años hicimos esta conexión, nuestros valores de marca tienen esta connotación de salud y caridad.
“El atletismo tiene que encontrar la manera de que la gente lo practique durante más tiempo”
¿Cuáles son los principales objetivos para 2023?
Solemos trabajar con objetivos a largo plazo, alrededor de cinco años vista. Lo primero es aumentar los recursos para las organizaciones con las que colaboramos, aumentar la diversidad, continuar dando pasos en nuestros objetivos de sostenibilidad e inspirar a la población a que sea activa. Para este año esperamos entre 44.000 y 45.000 corredores. Es algo complicado de coordinar y prever con antelación. El año pasado el Maratón se realizó en octubre debido a la Covid-19 y no sabemos el efecto que esto puede tener al volver a llevarlo a abril este año; tal vez podemos ver menos gente. Estamos acostumbrados a recibir alrededor de 400.000 solicitudes de inscripción.
¿Cuántos corredores internacionales suele haber?¿Qué hay de la participación femenina?
Es necesario tener un equilibrio porque hay una demanda muy fuerte de todas partes del mundo. Tenemos que limitarlo de alguna manera porque podríamos hacer el Maratón sólo con la gente que viene a competir de otros países, pero también es importante mantener a los corredores nacionales. En cuanto a la participación femenina, este año, por ejemplo, en las solicitudes para el sorteo de inscripciones hemos recibido más solicitudes de mujeres que de hombres. Aun así, está muy igualado, algo así como el 51% mujeres y el 49% hombres.
Estuviste cerca de 8 años al frente de Sports England. ¿Cuáles han sido los principales avances que se impulsaron desde la organización durante este tiempo?
El primer cambio importante se basó en el estudio que hicimos nada más llegar sobre los motivos para dejar de practicar deporte. Por supuesto, hay un problema de tiempo cuando consigues un trabajo o te casas. No estaba claro por qué había esta caída en los jóvenes cuando dejan el colegio. La investigación mostró que la mayoría de ellos no disfrutaban del deporte, por el hecho de que no es divertido, ya que se les enseña a competir. Así que decidimos invertir en enseñar a los profesores a enseñar el deporte, que el niño disfrute con el deporte. Por otro lado, la gran mayoría del dinero era enviado a órganos de gobierno como federaciones, pero el problema es que no son nada buenos en conectar a la gente con el deporte. Utilizan los recursos para competir con otros órganos. Es mejor invertir en clubes juveniles o en las escuelas, directamente. Así que redujimos drásticamente la financiación a los órganos de gobierno y después de todo lo agradecieron, porque acabó ayudando a su disciplina. Si puedes contribuir a que la gente sea activa recibirás más financiación, sino no vale la pena destinar dinero.
“En Sports England redujimos drásticamente la financiación a los órganos de gobierno y después de todo lo agradecieron”
¿Qué otros retos quedan por delante?
El mayor reto en Gran Bretaña es el deporte escolar, porque no se mide en términos de calidad. A los alumnos se les inculca la importancia del resultado académico, pero no lo que significa el deporte. Lo que no he conseguido es que entiendan en los propios colegios que ser activo ayuda en el rendimiento académico; si quieres mejorar los resultados escolares una de las mejores opciones es ser una persona activa. Algunos directores con los que pude hablar lo entendieron, pero en términos generales es algo que hay que enseñar más en Gran Bretaña. Con malas notas se dejan de hacer actividades deportivas.
¿Qué tienen que hacer las federaciones, clubes u organizaciones deportivas para sacar más partido al negocio que ahora generan?
El problema es que muchas organizaciones piensan que tienen una estrategia digital sólo por enviar un correo electrónico. Hoy en día, cualquier industria entiende las conexiones en línea de una manera que el deporte aún no entiende. Así que considero que la transformación digital es el principal aspecto que tienen por afrontar.
En términos generales, ¿cuáles son las principales amenazas a las que se enfrenta la industria del deporte?
En la mayoría de casos se trata de un tema de relevancia. Estamos compitiendo con todo por ganar la atención de las nuevas generaciones y lo estamos haciendo mal, la pantalla está ganando la partida. La gente no se sienta a consumir deporte durante horas.