Tras la profesionalización de Asobal, la Liga Nacional de Fútbol Sala (Lnfs) se ha postulado como la siguiente en recibir esa calificación y Javier Lozano quiere encargarse de comandar este proceso. Después de tres años en los que la asociación no ha tenido la encomienda de gestor de la Primera y Segunda División del futsal español, lograr la etiqueta de liga profesional se ha convertido en una solución para recuperar la gestión. Para ello, apuesta por las recetas que lograron que la disciplina en España “pasase de futbito a fútbol sala” y señala que no tendría dificultades en encontrar socios para hacer crecer la competición. “La Lnfs lograría grandes patrocinadores y acuerdos en solo 10 minutos”, se muestra confiado Lozano.
Tras solicitar al CSD la profesionalización de la liga ¿cuál es la hoja de ruta para implementarla y recuperar su gestión?
Al final, dependemos de la voluntad de la política. Llevamos muchos años dando pasos hacia adelante, funcionamos como profesionales en muchos sentidos, tanto en funcionamiento como en procedimiento. De hecho, ayudamos a otras ligas en know-how. Con Asobal, por ejemplo, hemos tenido varias reuniones. Dentro de los deportes que están por debajo del fútbol somos de los que hacemos más cosas. No podemos olvidar que en los últimos años hemos ayudado a que reformen los estadios; hemos repartido dinero entre los clubes cuando antes se pagaba por participar; casi todos los jugadores tienen contrato profesional; acabamos de anunciar un retorno económico de 131 millones, y se manejan alrededor de 20 millones de euros en plantillas. Todos los requisitos que se piden, ahora que ya no es necesario ser sociedad anónima, los cumplimos con creces. Y hay que recordar que no tenemos ningún tipo de ayuda o subvención como asociación. Nos merecemos que el fútbol sala sea profesional, y entendemos que para que pueda seguir creciendo lo necesita ser. Debemos tender a la profesionalización en muchos ámbitos.
¿En qué situación se encuentra el fútbol sala en España?
Estamos en un momento muy líquido, muchas incertidumbres, por la situación tan especial que se ha producido. Lo que ha ocurrido en España no ha sucedido en ningún país del mundo. Todos me dicen que no dan crédito. Hay mucho donde invertir y el inversor prefiere ir a un sitio con posibilidades; yo convencía a las empresas no por lo que éramos, sino por lo que podíamos llegar a hacer. Cuando decíamos que en tres años llenaríamos el Wizink Center, lo cumplíamos. Para llenar un espacio como el Wizink debes ser capaz de ilusionar a toda la comunidad del fútbol sala, y eso es lo que hicimos. Vendimos entradas a 18 países distintos, era un fenómeno global. Si recuperásemos la gestión no tardaríamos ni 10 minutos en repetirlo, porque sabemos cómo hacerlo, conocemos el entorno y nuestras posibilidades. Siempre pongo como ejemplo en 2018, cuando nosotros alcanzamos unas cuotas de credibilidad grandiosas, escenificado en el Wizink Center ante 12.000 personas. Era la constatación social de que habíamos pasado de futbito a fútbol sala. En ese momento es cuando tendría que haber llegado la profesionalización.
¿Cuánto supondría a nivel de ingresos conseguir la etiqueta de liga profesional por el CSD?
No quiero cuantificar una cifra, pero las posibilidades son inmensas. Hicimos un estudio al respecto y los resultados indicaban que había grandes oportunidades de crecimiento. De hecho, en estos tres años nos han venido muchas empresas interesadas en patrocinarnos y les he tenido que quitar la idea debido a la situación actual. Hasta 7 empresas importantes tenían la intención de invertir con cantidades importantes. Nosotros trabajamos 24 horas los 7 días a la semana por el fútbol sala, pero cuando dependes de una federación eres un departamento más. Es una lástima porque durante muchos años hemos tenido una gran relación con la Federación y sin ser profesionales actuábamos como tal.
“Siempre pongo como ejemplo en 2018, cuando nosotros alcanzamos unas cuotas de credibilidad grandiosas, escenificado en el Wizink Center ante 12.000 personas”
En el ámbito audiovisual, la próxima temporada será la última del contrato con LaLigaSports TV, por el que se obtuvieron 5 millones de 2019 a 2023. A partir de entonces, será la Rfef la que comercialice los derechos de televisión. ¿Qué alternativas tenéis para ello?
El Gobierno dictó el verano pasado un Real Decreto-Ley asegurando que la Federación era la que tenía que comercializarla. Hay una incongruencia porque los dueños de los derechos no pueden comercializar la competición. Es una pena que, después de 33 años y de haber transformado al fútbol sala del blanco y negro al color, suceda esto. Me parece cruel.
¿Se prevé establecer un presupuesto mínimo a los clubes para participar? ¿De qué otras formas esperáis trabajar en cuanto al control económico de la competición?
Mientras no tengamos la gestión no podemos hacer nada. Hasta 2019, cada medida que hacíamos en cuánto al control económico era progresiva. Los clubes son heterogéneos, así que debes ir al ritmo del peor. Los primeros años hacíamos controles, y nuestro auditor veía las cuentas de todos los clubes y mandaba un informe que era más pedagógico que coaccionador. Cuando seamos liga profesional será una obligatoriedad. Entonces, había un presupuesto mínimo que era de 350.000 euros para los clubes de Primera División y de 150.000 euros en Segunda División. Ese sería el punto de partida. A medida que las exigencias son mayores, esos recursos también tienen que ser fiscalizados para que no vaya solo a fichas de jugadores y no crear inflación. Teníamos pensado fiscalizar dónde iban esos recursos y una de nuestras exigencias era lograr que hubiera más profesionales en los clubes. Se marcaban pautas para mejorar el deporte. Todas estas cosas son las que luego nosotros asesorábamos a otras ligas como Asobal. Así, en vez de aprenderlo por ensayo y error como nosotros, podíamos ayudarles a acelerar sus proyectos.
¿Cómo ayudará a la gestión de los clubes?
Si a ti te quitan los grilletes para obtener recursos, esto repercute en todos los actores. Desde 2009 hemos impulsado mejoras en modernización, marketing, hemos dotado y, de alguna manera, exigido a los clubes que contraten profesionales. Pusimos en marcha una campaña en la que dimos tres años de plazo a los clubes para mejorar todos los pabellones. Y se hicieron importantes reformas en más de 10 instalaciones. En Jaén con un pabellón nuevo, en Manzanares han empezado las obras, en Tudela, directamente, el pabellón no cumplía con las mínimas medidas de seguridad y luego logramos que se hiciera una importante reforma en el pabellón de Santa Coloma. Llevamos haciéndolo muchos años, pactando y negociando por todos. Te tienes que diferenciar, sino te quedas en una liga menor, donde llegas juegas y ya está. Y eso tiene poco futuro.
¿De qué forma se va a trabajar para mejorar la digitalización del producto?
Nosotros hemos inculcado a los clubes la necesidad de digitalizarse. Se necesitan recursos, evidentemente, pero la pandemia no nos pilló por sorpresa. Lo que teníamos que hacer durante los meses de pandemia ya lo hacíamos normalmente. Entre otras cosas, tenemos una intranet con los clubes, se ha hecho un gran trabajo en la digitalización de imágenes, en las redes sociales.... Como somos conscientes de nuestro pequeño tamaño, lo hemos querido suplir con agilidad.
¿Se volverá a cuando la competición tenía exposición mediática en más de 140 países?
Ese es otro tema en el que hemos ido perdiendo espacio en los últimos años. Al tener que dedicar mucha energía a los problemas internos, dejas de atender otros aspectos. Tenemos muy poca exposición mediática para lo que podríamos tener. Es cierto que nos siguen llamando televisiones de otros países. Pero en las situaciones de subsistencia, somos los que somos, así que ahora no queremos crecer ante un estado de incertidumbre como el que tenemos.
“Los países de fútbol sala crecen en cantidad, pero deben crecer también en calidad”
Una vez la liga se profesionalice, ¿hay potenciales acuerdos audiovisuales y comerciales?
Sería, en este caso, una venta común para los derechos audiovisuales y pactaríamos posibilidades muy interesantes para todas las partes. Y, sobre todo, la posibilidad de obtener recursos propios nuevos. La Lnfs lograría grandes patrocinadores y acuerdos en solo 10 minutos.
¿En qué momento está el futsal en el mundo, más allá de la Lnfs?
El fútbol sala a nivel mundial en organización y estructura ha mejorado muchísimo, con ejemplos como Portugal. Pero aún está falto de talento de organización y gestión. Ya que no tiene nada que ver gestionar con administrar. Es fundamental cuidar mucho al personal, formarle y tener un buen equipo y si es así, ellos van a empatizar con el cliente. Pero el cliente es el club, en este caso. Los países de fútbol sala crecen en cantidad, pero deben crecer también en calidad, ahí entra la digitalización, los proyectos, el saber donde quieres estar y cuál es tu modelo. Debes fijarte en las grandes competiciones como las ligas de fútbol. Hay que ser exigente en los modelos y en los objetivos.
¿Cómo ayudará la profesionalización a las posibilidades de internacionalización de la liga?
Tenemos credibilidad y know-how. Ahora mismo estamos en conversaciones con dos países europeos porque quieren crear ligas profesionales del futsal. La referencia a nivel mundial en este apartado es la Lnfs. Han venido países como Brasil o Argentina a que les ayudemos con sus ligas. Hemos colaborado con Portugal en la elaboración de su plan estratégico. Hemos ayudado a diferentes países a mejorar la organización de la competición, a enseñarles a dar importancia al marketing… Nos da coraje porque estamos ayudando a todo el mundo cuando aquí estamos como estamos.