El ciclismo español sigue dando pedales con las manos en el manillar, los codos semiflexionados y la mirada al frente, escapando de un pelotón liderado por el Covid-19 y sus gregarios: crisis económica, anulación de carreras y caída de licencias. En este escenario trabaja hoy la Real Federación Española de Ciclismo (Rfec) con José Luis López Cerrón como jefe de filas. El exciclista profesional arrancó hace unos días su tercer y último mandato -“así está establecido en nuestros estatutos”- con “optimismo” general y una “gran incógnita” en un caso muy particular, el Covid-19.

El virus “nos genera intranquilidad”, reconoce a 2Playbook, y altera la calma con la que él preveía afrontar sus últimos cuatro años dirigiendo la federación tras sacarla de “la bancarrota”, cumplir con el plan de viabilidad impuesto por el CSD y equilibrar al 50% los ingresos propios y los percibidos por subvenciones. El presupuesto rozó los 6,5 millones de euros en 2019, según la última actualización del organismo, a noviembre del pasado año.

¿Cómo arrancas este tercer y último mandato al frente de la federación?

Con optimismo, pero también algo de intranquilidad. Por estatutos, tenemos fijado que un presidente no puede estar más de tres legislaturas en el cargo. En el primer mandato, llegamos a una federación en bancarrota, con lo que nos dedicamos a sanearla; en el segundo, trabajamos mucho en la tecnificación y en que las selecciones puedan ir a competir fuera de forma más digna; y en este tercer mandato, a priori teníamos que estar más tranquilos… pero llegó la pandemia.

¿Y llegaron las incógnitas?

Por un lado, estamos tranquilos porque el apoyo económico no se ha resentido durante este año y prevemos cerrar por primera vez con el fondo de maniobra en positivo. Pero es verdad que hay varias incógnitas, por ejemplo, en los presupuestos del CSD. Veremos si caen las subvenciones, como en 2013…

Están cerca de liquidar toda su deuda con el Consejo y salir del plan de viabilidad, ¿no?

Sí, esperamos salir ya del plan y no tener que dar ese mínimo de beneficios -entorno a 250.000 euros anuales- del préstamo que firmamos con el CSD. Cada año hemos dado beneficios y ahora queremos que la federación vuelva a tener toda la gestión bajo su control.

¿En qué está trabajando estos días el presidente y su equipo?

Ahora justo estamos con los presupuestos. Con todas las restricciones de la pandemia, no hemos podido hacer hasta ahora la asamblea general. Esperamos poder hacerla a mediados de noviembre y ahí se aprobarán todos los presupuestos.

¿Y prevéis tener que tocarlos?

Veremos. Nuestra intención es no tocarlos.

¿Cómo está la situación con los patrocinadores de la Rfec?

Quedan por renovar el 90% de nuestros patrocinadores y esta será una de nuestras principales tareas estos últimos meses del año. El socio principal, Cofidis, acaba en 2021 el contrato, pero el resto terminan el próximo 31 de diciembre. Normalmente, estos patrocinios se firman por ciclos olímpicos y porque las elecciones a la presidencia son en año olímpico. Yo me comprometo hasta donde yo llego como presidente, ¿sabes? La única excepción es Cofidis porque también te aseguras dejar la Federación con algo firme por esa parte.

Movistar, Loterías, Inverse… ¿Qué sensaciones os han transmitido?

Te puedo decir que he hablado con todos ellos y ahora mismo todos están contentos y soy optimista para renovar. Quizá, tengamos que ser flexible con los contratos. Hay que tener en cuenta también la intranquilidad de las competiciones. Sin carreras, las marcas no se sienten bien porque quieren verse y estar presentes en ellas.

¿Y qué previsiones tenéis para el año próximo?

Según están las circunstancias, sumar nuevos socios está complicado. Pero nuestra apuesta por el marketing es clara: tenemos departamento propio y una directora para este departamento, que es el que más ha crecido en estos últimos años.

Actualmente, ¿cuánto del presupuesto son ingresos propios y cuánto subvenciones?

Casi están al 50%, tres millones en subvenciones y otros tres millones en ingresos propios. Al final, cuando llegamos a la federación, en 2013 el presupuesto era 80% subvenciones y sólo el 20% de ingresos propios. Para 2024 un buen objetivo sería alcanzar un 70% de ingresos propios y un 30% de subvenciones.

“Para 2024, un buen objetivo sería alcanzar un 70% de ingresos propios y un 30% de subvenciones”

Esto supongo que alivia cualquier golpe económico nacional como el actual.

Claro. Este año, el CSD dice que las subvenciones van a intentar que sean igual, al menos que no bajen. Tampoco ha salido todavía la ayuda del 1% que percibimos las federaciones por parte de LaLiga. Ya les hemos solicitado a ver… Pero, igualmente, contar con una partida alta de ingresos propios es fundamental.

Otra de las patas de la gestión son las licencias. ¿Han aumentado con el ‘boom’ de las bicicletas en el postconfinamiento?

Hubo un repunte en las licencias durante el confinamiento, ya que el federado podía salir a entrenar. Con tal de salir… (sonríe)

¿Cuántas hay en España?

En torno a 79.000.

¿Os marcáis algún objetivo para este último mandato?

Lo primero que ya hemos hecho en los últimos años es modernizar muchos aspectos de la federación en favor del federado. Tenemos nueva página web y una plataforma que, por ejemplo, te permite inscribirte de forma completamente online en las carreras. También hay un área privada donde aparecen todos los registros y resultados en los que el ciclista ha competido.

¿Pero en materia de atracción de nuevos federados?

Queremos acercarnos a la gente que anda en bicicleta habitualmente, y no sólo a los que compiten. La gente sigue pensando que la federación es sólo para el que compite, y no es así. Hemos sacado el carné ciclista, un carné que contiene un seguro de accidentes y de responsabilidad civil para toda esa población que utiliza la bicicleta a diario en nuestras ciudades. Al final, si tenemos siete millones de practicantes y 80.000 licencias tenemos, el potencial para crecer en licencias es muy grande.

¿Cómo ha afectado el aplazamiento de Tokio 2020 a 2021?

Los Juegos como tal no te ofrecen un plus en tu presupuesto. Como federación no percibes más dinero. De hecho, el año anterior a unos Juegos es importante en el presupuesto por la parte de gastos. Porque el viaje y la estancia en Tokio lo paga el COE, pero para que los corredores lleguen a los Juegos primero tienen que competir en Copas del Mundo, campeonatos… Ese año previo es cuando más viajan las selecciones, y eso exige unos gastos. Cabe recordar que hasta cuatro modalidades (carretera, pista, BMX y BTT) del ciclismo son olímpicas.

Hablando de competir en el extranjero, ¿por qué no se organizan más eventos internacionales en España? Por afición y deportistas de élite no será…

Hay muchos organizadores que quieren hacer pruebas de la Copa de Europa de la Unión Ciclista Internacional (UCI) en ciclocross, BTT... pero subir esos eventos a nivel de copa del mundo aumenta muchos los costes, porque los premios también son más altos, por ejemplo. Todo ello depende del organizador, nosotros sólo podemos avalar ante los organismos internacionales la viabilidad de las competiciones, pero sí que creo que es un reto como país deportivo que somos que podamos organizar grandes citas. En Cáceres se realizará una prueba de la Copa de Europa de ciclismo adaptado, y estamos intentando desde nuestra parcela que las carreras de BTT de Copa Catalunya y Copa España sean internacionales.

“Si tenemos siete millones de practicantes y 80.000 licencias federativas, el potencial para crecer es muy grande”

Estamos viendo campeonatos mundiales en países de poca tradición ciclista.

Así es, hay países que están poniendo mucho dinero público para llevarse los campeonatos. Yo que estoy en el Comité Ejecutivo de la UCI te puedo decir que ya están dados los campeonatos hasta el año 2025. Hay una gran demanda y, como te decía, no es sencillo poder traer aquí grandes citas ante la competencia de los países que se presentan.

Y la última, ¿cómo ves la industria de la bicicleta? Tenemos muchas marcas en España.

La industria de la bicicleta ha sido una industria potente y que se ha mantenido muy bien tras la última crisis. Quizá, ahora sigue teniendo una gran proyección, pero esa alta demanda que ha habido en bicicletas me genera también una reflexión: ¿hay suficiente demanda para tanta marca de bicicleta? Por otro lado, hay un sector que está creciendo mucho y es el de la bicicleta eléctrica. Nosotros estamos impulsando el uso de la bicicleta como parte de la Mesa Española de la Bicicleta, que es una mesa en la que nos sentamos la Rfec, los fabricantes de bicicletas, las organizaciones y asociaciones ciclistas, y que tiene interlocución con el Gobierno. Seguiremos trabajando en ello.