El sector de la bicicleta es un rara avis de esta pandemia. Lejos de caer, ha crecido. Cuando el confinamiento por el virus se flexibilizó, la sociedad apostó por moverse en bici: por ir al trabajo en bici, por salir a rodar en bici, por escaparse a entornos naturales con una bici… Esto permitió al sector crecer casi un 40% en 2020, hasta lograr récord de ventas: 1,5 millones de unidades, 2.607 millones de euros de facturación. Las cifras del pasado año “fueron todavía mejores”, avanza Jesús Freire, secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (Ambe), a 2Playbook.
Sin embargo, el representante sectorial lamenta falta de respaldo por parte del Gobierno para crecer todavía más, aprovechando, entre otros, el uso de la bicicleta como transporte urbano. “Ahí hay un potencial infinito”, asegura en una conversación donde repasa la salud del sector, representado en su asociación a través de 48 marcas.
Lo primero, actualidad: ¿cómo fue la reunión entre la Mesa Española de la Bicicleta -de la que Ambe forma parte- con la DGT tras la reforma de la Ley de Tráfico?
Una buena reunión. La reforma de la Ley de Tráfico será efectiva en el mes de marzo. Queremos adaptar la normativa española y acercarla a estándares europeos. Los países donde más se usa la bicicleta son los más seguros para andar en bici. Respecto a 2019, hay un millón más de ciclistas, y aun así se ha reducido la siniestralidad.
Otro punto en el que solicitáis el respaldo del Gobierno es en la reducción del IVA a la bicicleta.
Es algo que llevamos reclamando hace años a Hacienda. En Europa se han dado pasos importantes. Todos los ministros europeos incluyeron a la bicicleta (como producto) para permitir la reducción del IVA. Tras esta formalidad, cada Estado miembro decide si reduce, en alianza con las políticas verdes que apoyan los países. No sé sabe todavía ni cuándo, ni cómo…
Acaba de salir el Plan Moves Flotas, para ayudar a las empresas para la compra de vehículos eléctricos, pero se ha excluido a la bicicleta, tanto para carga como vehículo particular. En España se discrimina a la bicicleta. En otros países hay programas concretos para ello: en Italia, se destinan 120 millones de euros a que la población acceda a la bicicleta, la bicicleta eléctrica y la de carga. Prácticamente, somos los últimos.
¿Estamos atrasados en España? ¿Qué traería la reducción?
Permitiría que mucha más gente tuviera acceso a la bicicleta, y sobre todo a la eléctrica, con un precio medio mayor. Aunque reduzcas el IVA, el Gobierno acabaría ahorrando: en movilidad, ahorro de emisiones y movilidad.
Specialized ha abierto la opción de venta directa vía online en Estados Unidos. ¿Hay una tendencia de las marcas hacia el DTC?
Durante la pandemia, se ha producido un avance en la compra online de productos. Algunos por primera vez. Sí, hay una tendencia.
Grandes marcas han decidido subir precios por el encarecimiento de materias primas. ¿Las que no lo han hecho estarán obligadas a hacerlo?
Los costes de materias primas o de transporte se han disparado. En algunos términos, se ha multiplicado. Un contenedor se ha llegado a multiplicar por cinco. Algunas materias han crecido entre un 40% y 50%. No es descabellado pensar que se tengan que ajustar los precios. En cualquier caso, las subidas son pequeñas en comparación con otros sectores (el precio medio era de 865 euros en 2020, según datos del informe de Ambe y SportPanel). España tenemos un mercado enormemente maduro.
“Tenemos por desplegar el uso de la bicicleta como transporte urbano en España. Ahí hay un potencial infinito”
El valor de la fabricación de bicicletas en España se disparó un 75% en 2021, rozando los 250 millones de euros. ¿Cómo valoras estos datos?
Es una muy buena señal que la producción aumente en España. Hay una alta demanda, y las empresas también quieren estar más cerca del consumidor final. Este es otro de los motivos por los que el Gobierno debería apoyar económicamente al sector.
¿Qué necesita la industria española de la bicicleta para poder ser más puntera?
La industria de la bicicleta es enormemente madura en bicicleta deportiva y de ocio. Comparado con Italia o Francia, España es más madura. Ahora tenemos que desplegar el uso de la bicicleta como transporte urbano. Ahí tenemos un potencial infinito; y lo vemos en el resto de Europa. El problema es por qué perder tanto tiempo. Hay que transformar las ciudades. Y ahí se echa de menos que el Gobierno lo apoye con programas de fiscalidad verde, urbanidad sostenible, salud… Incluso empleo. En 2020, en el peor año, este sector generó empleo. Necesitamos mucho más respaldo por parte del Gobierno.
En pandemia el sector de la bicicleta ha protagonizado algunas de las mayores operaciones corporativas. ¿En España podríamos ver alguna?
Es lógico lo que ha pasado porque es un sector apetitoso, en auge y de futuro. Hoy en día los sectores de futuro son mucho menos que antes, y nosotros, con nuestros retos, lo somos. Muchos pondrán sus ojos en él.
¿Ha acabado ya el primer boom de compra de bicicletas? ¿Cómo transcurrirá 2022?
La demanda seguirá siendo sostenida, hemos avanzado muchos años en los últimos 24 meses. Entre 2019 a 2021 hemos dado un salto, e iremos hacia arriba. Soy cautelosamente optimista, con la demanda al alza, quizá no con crecimientos enormes como en 2020.
¿Y qué retos tiene el sector en España?
Uno de los retos de este sector es creernos que somos un gran sector. La bici se ha entendido como un sector sin la importancia de otros, pero no deberíamos pedir menos que los demás. Tenemos capacidad de ofrecer muchísimo a la sociedad, como empleo y negocio, así como en términos de salud y medioambiente.