Barcelona es un ejemplo de cómo apoyarse en grandes eventos deportivos para dejar un legado en la ciudad que trascienda lo urbanístico y, sobre todo, conlleve un incremento de la práctica deportiva. Tres años antes de los Juegos Olímpicos, el área de Deportes de la ciudad puso en marcha el programa Aprende a Nadar, una iniciativa que tres décadas después sigue en vigor para ofrecer cursos de natación gratuitos a los escolares. Hoy, dos de cada tres barceloneses admiten hacer deporte con regular, 17 puntos por encima de la media europea, según datos de Eurostat y de un informe elaborado por el Institut Barcelona Esports (IBE).  

Los ciudadanos de Barcelona superan ampliamente el porcentaje de práctica deportiva con regularidad que promedia Europa. ¿A qué se debe?

Es fruto del trabajo bien hecho. Buscamos que el deporte no sea una moda pasajera y generar hábitos de práctica deportiva en las familias. El 77,4% de los menores de edad hacen deporte fuera del horario lectivo y el 83% afirman que quieren seguir ejercitándose durante toda su vida. Hay que acompañarlos durante todo su ciclo vital.

¿Qué particularidades tiene la ciudad para conseguir que dos de cada tres ciudadanos se ejerciten de manera regular?

Además de la promoción del deporte, Barcelona es una ciudad perfecta para practicar deporte, por su geografía y clima. Además, apostó por un modelo de gestión del deporte basada en el partenariado público-privado. Lo que se hizo fue creer en las entidades y clubes que ya existían para que ellos mismos fueran el motor de la construcción del deporte en la ciudad a través de la gestión de los equipamientos municipales. Se generaron complicidades con el sector.

Ha aumentado el porcentaje de población que practica deporte como mínimo 3 días a la semana en comparación con 2017, pero ha disminuido en 5 puntos el porcentaje de personas que hacen deporte de manera regular. ¿A qué se debe?

Hicimos la encuesta en mayo de 2022, cuando el sector aún se estaba recuperando. Además, muchas de las personas que se entrenaban como mucho dos veces por semana lo hacían en espacios cerrados, y con la pandemia y las restricciones a los centros deportivos, dejaron de hacerlo. Se señaló mucho a los centros deportivos como parte del problema, y eso provocó que la gente se diera de baja. Hicimos un esfuerzo para intentar generar hábitos deportivos en el hogar. Creo que en la próxima encuesta veremos un incremento.

La pandemia ha generado nuevos hábitos deportivos. ¿En qué se ha traducido?

En un aumento de la práctica deportiva al aire libre. Los porcentajes de personas que salen a caminar para ejercitarse y practican ciclismo se ha disparado. No es casualidad que hayamos decidido apostar para traer La Vuelta a Barcelona. Lo hemos hecho porque hemos detectado que es uno de los deportes preferidos. Es una gran noticia que el cambio de hábitos provoque que se incorporen más practicantes. También continúan creciendo las clases dirigidas, el entrenamiento de musculación y lo que rodea al CrossFit entre la población adulta joven. Tenemos que saber cuáles son las tendencias para que en un futuro este público que ya no será tan joven pueda seguir practican esta disciplina en los centros deportivos.

“Con la receta deportiva creo que lograremos el cambio de percepción para que el deporte sea visto como un aliado de la salud”

Además de La Vuelta, la ciudad será sede de la Copa América de Vela en 2024. ¿Cómo de importante es la celebración de grandes eventos deportivos para generar ese impacto en la sociedad?

Estamos encantados con albergar competiciones de tal magnitud, pero también lo estamos porque nos permitirá dar a conocer el deporte de la vela en toda la ciudad con el apoyo de las federaciones y los clubes. Me importa atraer grandes eventos por dos motivos: para generar infraestructura necesaria en la ciudad y para que el deporte continúe siendo una moda que genere hábitos. Si el deporte ha sido punta de lanza de la recuperación económica tras la pandemia, debe ser punta de lanza de una mejora de la socialización y de los hábitos de vida.

La salud es el principal motivo por el que se practica deporte, pero también es el motivo por el que las personas sedentarias no se ejercitan. ¿Cómo hacer ese cambio en la percepción y que el deporte sea visto como un aliado desde la salud?

Con la receta deportiva, que es algo que queremos impulsar en la próxima legislatura en colaboración con el Departamento de Salud, los Centros de Atención Primaria, las residencias, los centros cívicos, centros de día… Queremos que estas personas hagan deporte no sólo porque es saludable físicamente, sino también para socializar y que no se sientan solas. Japón es una referencia por cómo está trabajando este tema.

El gap entre la práctica masculina y femenina se ha reducido en los últimos años, pero ellas continúan siendo las que dejan de ejercitarse en la juventud por falta de tiempo o falta de interés. ¿Cómo revertir la situación?

La bajada suele venir al acceder a la educación secundaria, pero también ocurre entre los hombres. A veces hay un cambio de centro de estudios, que es una cuestión vital. Queremos que los centros de estudios y las Asociaciones de Familias de Alumnos se lo crean y eviten reducir espacios para la práctica deportiva en los colegios e institutos. La actividad física y el deporte son fundamentales en el desarrollo de los jóvenes. También tenemos poca tradición del deporte universitario que motive a nivel competitivo o como opción de ocio.

¿Preocupa más en el caso de las mujeres? El 17% que dejó de hacer deporte apunta a falta de interés y el 11% a que prefiere dedicar su tiempo a otras actividades.

Superada la etapa juvenil, llega el problema de la conciliación familiar y la práctica deportiva. El 25% de las mujeres que dejaron de hacer deporte apuntan a que lo hicieron porque tuvieron hijos. Situar ludotecas junto a los centros deportivos se ha demostrado que no sirve; lo que funcionaría sería cambiar el modo de vida de una sociedad que aún es machista.