Barcelona se convirtió en una de las grandes capitales mundiales del deporte gracias a los Juegos Olímpicos de 1992. La transformación que experimentó la ciudad hace treinta años ahora necesita una actualización, y es precisamente el Port Olímpic el espacio que se ha convertido en la joya de la corona del plan de actualización del Ayuntamiento, en el que el deporte juega un papel fundamental. Ese proyecto y la construcción de nuevos centros deportivos en la ciudad recibirán 60 millones de inversión pública en los próximos años, lo que supone la mayor apuesta económica de la administración desde los Barcelona’92. Al frente de la política deportiva de la ciudad está David Escudé, que está convencido de que activando los binomios deporte y salud, y deporte y economía este sector “puede ser un vector de recuperación económica de la ciudad”.
¿Cómo han cambiado los objetivos del IBE a raíz de la pandemia?
Hemos trabajado con más intensidad el binomio deporte y economía, y el de deporte y salud. Queremos seguir ayudando a los clubes y entidades de la ciudad, que continúan siendo nuestro ADN. Nuestro objetivo a principios de mandato en 2015 era cubrir la necesidad de instalaciones deportivas en la ciudad en un plazo de veinticinco años, un desafío que ahora pasa a un segundo plano para priorizar el plan de salvaguarda del deporte en Barcelona por la Covid-19.
¿Faltan instalaciones deportivas en la ciudad?
Llegamos a esa conclusión tras definir el mapa de instalaciones deportivas municipales, un estudio que mostraba el déficit de instalaciones en la ciudad para conseguir el deporte sea accesible a todo el mundo. Es una prioridad para nosotros realizar inversiones en este sentido y el convenio firmado con la Diputación de Barcelona es una gran noticia porque, con 20 millones de euros a invertir, es la apuesta más importante de la historia hecha en el deporte por parte de la Diputación.
A esos 20 millones se suman otros 40 millones para reformar y revitalizar el Port Olímpic con el deporte como foco…
Será la mayor inversión en equipamientos deportivos de la historia en el peor momento económico y demuestra que la ciudad finalmente ha considerado el deporte como un vector estratégico. Los Juegos Olímpicos descubrieron la playa, y 30 años después Barcelona debe redescubrir el mar. No podemos vivir de espaldas a ese pabellón azul, y de aquí se derivan unos usos económicos de la práctica de deportes náuticos, que posiblemente es el clúster más antiguo que existe.
¿Por dónde pasan los planes de construcción de equipamientos deportivos vinculados a la náutica y a la playa?
El Port Olímpic, que es la joya de la corona, se convertirá en un espacio donde practicar deporte y con una nueva oferta de restauración. Debe ser un punto muy importante para la náutica y un referente internacional. El Muelle de la Marina se destinará a estas disciplinas, haremos un Centro Mundial de Vela nuevo, se potenciarán los deportes de playa y buscaremos impulsar los deportes como el triatlón y aguas abiertas, pues ahora mismo no hay un espacio donde practicar estas disciplinas de manera digna.
David Escudé (IBE): “Nuestro referente para el maratón es el modelo de Nueva York”
Barcelona’92 supuso un impulso para la ciudad. ¿Qué papel puede jugar el deporte en la reactivación de la ciudad tras la pandemia?
Podemos ser uno de los vectores de recuperación económica de la ciudad; somos atractivos para los inversores extranjeros y para ser punta de lanza de una ciudad cosmopolita y capital del mundo. Sabemos que desde la administración tenemos que aportar recursos al sector, pero esta industria también debe poder generarlos por sí misma.
¿Cómo?
Barcelona continúa siendo atractiva para organizar eventos deportivos internacionales, y ahora la ciudad también tiene que ser atractiva para que empresas tecnológicas y vinculadas al deporte sitúen su sede aquí. Queremos que Barcelona se convierta en un hub del sportech, donde empresas desarrollen tecnologías para el deporte de élite y para el día a día.
¿Qué planes tiene Barcelona para convertirse en una capital mundial de la organización de eventos deportivos?
Es una cuestión ideológica: o vertebramos en varios eventos, o sólo hacemos una grandísima cita. Lo que queremos es hacer el modelo Barcelona de organización de eventos deportivos. Durante la pandemia hemos organizado carreras populares seguras, el Europeo de Triatlón y albergamos el World Padel Tour (WPT). La ciudad es bella, su climatología es ideal y la ciudad es atractiva para organizar citas. Pero queremos vertebrarlo en distintas competiciones que realmente aporten a la ciudad en la promoción deportiva y en continuar situando a Barcelona como uno de los referentes internacionales del deporte. Y todo ello debe ser sostenible económica y medioambientalmente. No tiene sentido que, en la situación actual, gastemos tanto dinero en un evento que luego no tenga legado deportivo y material en la ciudad.
¿Cuál es la apuesta?
Aquellos eventos que ya son de Barcelona y que no requieren ir a ningún proceso de licitación, es decir, aquellos que son marca Barcelona, como el Maratón, el Medio Maratón o el Triatlón. Como el mejor Campeonato Internacional de Saltos del mundo (Csio), el Godó, que además tiene la particular de un club de la ciudad lo organiza. La seña de identidad de la ciudad pasa por la Maratón de Barcelona, que es popular. Nuestro referente es más el modelo de Nueva York que el de Berlín, en el sentido de que prefiero que los recursos económicos se destinen a una cita popular que a destinar los recursos a la cita popular en la que participen corredores y corredoras que a traer a Eliud Kipchoge para correr. Con el triatlón igual: es un deporte muy barcelonés, pues aquí hay mucho runner, ciclista y nadador. Creo que nos podemos marcar a futuro tener una de los mejores triatlones del mundo. Podemos hacer ese salto.
David Escudé (IBE): “No tiene sentido que gastemos dinero en un evento que no deje legado en la ciudad”
¿Qué papel puede jugar Barcelona en la candidatura olímpica para albergar los Juegos de Invierno?
Ahora debemos esperar a las elecciones autonómicas; un proyecto como este, lo primero que requiere, es una estabilidad política que ahora no existe. Es necesario que conserve su esencia y por lo tanto que sea sostenible medioambientalmente y económicamente. Una vez tengamos el nuevo Gobierno tendremos que empezar a trabajar en tener un proyecto olímpico en el país.
Has comentado que todo evento deportivo debe servir para promocionar la práctica de actividad física…
Podemos concienciar a la gente de que actividad física es sinónimo de vida saludable y de afrontar la Covid-19 con más garantías. En definitiva, es fomentar la práctica deportiva. Sabemos que el deporte escolar es probablemente el que más está sufriendo porque la práctica extraescolar se ha limitado mucho, por lo tanto, tenemos que concienciar a las familias para que, desde la base, se incorpore el deporte a su rutina. Debemos recetar deporte.
¿Se está trabajando en crear la receta deportiva?
Es uno de los puntos que teníamos en el programa electoral, y sí, se está trabajando porque además ayuda centros deportivos públicos y privados, y también a las mutuas. Pero cuando digo que debemos recetar deporte, me refiero a trabajar con la comunidad educativa y sanitaria, no sólo a que desde los Centros de Atención Primaria (CAP) se prescriba actividad física con una receta con la que el ciudadano acuda al centro deportivo, que también. Debemos recetar deporte para que se tome consciencia de la relevancia del deporte en la salud.