Beatriz Álvarez va tachando tareas en una agenda repleta dentro y fuera de la oficina. A menos de 24 horas para que arranque la competición, la presidenta de la Liga F, la primera liga profesional femenina del deporte español, desgrana los retos y compromisos que tiene la competición en su primera temporada: promoción, sostenibilidad, estructura, control económico, negocio…
En su primera entrevista a un medio económico desde que asumió la presidencia, Álvarez apunta a la prioridad de “dotar de recursos a los clubes independientes para que puedan tener proyectos sostenibles; y también, a los que dependen del masculino, que puedan acabar siendo autónomos”. Por ahora, antes de empezar, y pese al aplazamiento de la primera jornada por la huelga arbitral, ya tiene asegurados 78 millones de euros por los derechos audiovisuales y los patrocinios. Aparte, los más de 20 millones del CSD en subvención finalista para la puesta en marcha del proyecto de bandera del Gobierno en su plan de profesionalización del deporte de élite.
Lo primero, un balance de ese periodo corto pero intenso de constitución de la primera liga profesional femenina del deporte español y las perspectivas de esta temporada inaugural.
Cuando aterrizo como presidenta de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Lppf), lo primero que tenía que hacer era crear la estructura de la propia Liga. Partíamos de cero. Sólo estábamos Rubén (Alcaine, vicepresidente) y yo. Con lo cual había que trabajar en la creación y en la organización para poder hacer viable todo el trabajo que teníamos que desarrollar de cara a la inminente competición, que además teníamos muy poco tiempo de margen. Fuimos, a contrarreloj, durante tres meses. Desde el principio pensamos en crear una estructura no excesivamente grande, en ir viendo un poco qué capacidad teníamos e ir construyendo a partir de ahí. Evidentemente iremos incrementándola.
¿Qué objetivos prioritarios os marcasteis?
Nos marcamos cuatro claves: organización, crear una marca y monetizar la competición. Y esto pasaba por dos cosas fundamentales: la venta audiovisual y comercial. Necesitábamos televisión, no sólo por lo que nos puede reportar económicamente, que lo hace y a los clubes también, sino también por una cuestión de imagen. Llevábamos tres años sin que el fútbol femenino fuera retransmitido por las televisiones, lo que hizo mucho daño en esa promoción y en esa creación de referentes y de visibilidad de las propias jugadoras y del producto. En cuanto a la explotación comercial, ahora nos queda por negociar y por hacer muchísimas cosas, aparte de seguir monetizado la competición, que efectivamente está cada día creciendo más. Yo por lo menos soy incapaz de ver dónde está el techo.
“Comercialmente, soy incapaz de ver dónde está el techo de la Liga F”
Tras el acuerdo con las árbitras, en la negociación del convenio colectivo de las jugadoras, ¿cómo se trabaja esa gestión de las expectativas y de las pautas?
Hay que hacer mucha pedagogía. Hubo que hacerla con los clubes, y hay que hacerlo con las jugadoras. El título de profesional, y por eso que se entienda en el contexto que lo explicamos en el comunicado, no te dota de un cofre de dinero. Es decir, aquí hay una subvención del CSD para los tres primeros años, pero es para la creación de estructura y además es con carácter finalista. No te permite aplicarlo para los sueldos de las jugadoras, ni los sueldos de los arbitrajes, ni muchos otros conceptos que se están malentendiendo. Tenemos que hacer mucha pedagogía porque es cierto que el carácter profesional nos va a ir dotando de más recursos y de más herramientas, va a ir monetizado la competición y esto va a generar dinero. Pero evidentemente todo tiene que ser de forma gradual.
¿De forma gradual?
Nosotros no podemos gastar más de lo que ingresamos y esto tiene que entenderse y a veces nos afecta mucho el paralelismo con el fútbol masculino. Al final tenemos que entender que el fútbol masculino está muy lejos hoy de la realidad del fútbol femenino y del resto de los deportes. Y nosotras tenemos una realidad que es la que tenemos que analizar y dentro de nuestra realidad actual, saber cuál tiene que ser nuestro crecimiento y saber también ahora mismo pactar los acuerdos en base a lo que tenemos.
Una de las noticias que se esperan conocer próximamente es la del title sponsor. ¿Está cerrado?
Estamos todavía negociando, no hay nada cerrado. Sí es cierto que el acuerdo comercial nos está permitiendo tener ese cierto margen porque teníamos muy poco tiempo. El de Puma, por ahora, es el único acuerdo que está firmado. En las próximas semanas se sabrá algo más del title, pero sí puedo trasladar que hay interés de varias marcas muy potentes. Lo cual quiere decir que el fútbol femenino interesa, que es un producto que interesa y esa es una muy buena noticia.
¿Qué ha supuesto el acuerdo con LaLiga para que explote los derechos comerciales de la Liga F?
El de LaLiga ha sido un acuerdo histórico, muy importante para nosotros, porque al final como servicio de agencia tiene una capacidad de llegar a los potenciales patrocinadores del mundo del deporte y del fútbol que no tendría ninguna otra empresa y además que tampoco tendríamos tiempo para ir presentando nuestro proyecto que están haciendo todas las empresas. Además, esto nos permite tener una sostenibilidad, dar a los clubes una cierta seguridad que genere menos incertidumbre.
“No podemos gastar más de lo que ingresamos y esto tiene que entenderse; el fútbol masculino está en otra realidad”
Imagino que el acuerdo con Dazn y Mediapro también ayuda a esa pata comercial. Podéis decir que está garantizada una ventana audiovisual a nivel mundial.
La televisión era un paso fundamental para toda la explotación comercial. Más allá de unos mínimos garantizados, de más de 35 millones para las próximas cinco temporadas, nos da un soporte de visibilidad de cara al patrocinador y una cierta seguridad para ellos que efectivamente tiene un valor y que esperemos que eso se refleje en los acuerdos.
¿Vais a dar pautas de prioridades a los clubes sobre las ayudas del CSD para infraestructuras?
No todos los clubes tienen unas instalaciones con la categoría que debe tener una liga profesional. Ahora existe un reglamento que no podemos precipitar y que permite todavía competir en unas determinadas condiciones que no son las más favorables en caso, por ejemplo, de retransmisión de partidos, porque no cumplen con los requisitos mínimos para poder dar una buena imagen. Pero es cierto que estamos trabajando mucho con los clubes, aprovechándonos también de esa subvención y de esas mejoras. Y luego hay determinadas cuestiones que sí que podemos afrontar desde la propia subvención que nos da el CSD para los clubes.
Algunos clubes independientes llevan muchos años estando arriba. ¿Temes que la profesionalización se los pueda llevar por delante en cuanto a capacidad de movilidad?
Tenemos un reto y yo diría que también es para nosotros como institución. Es nuestra responsabilidad mantener esta casuística que existe en el fútbol femenino y proteger a los más vulnerables, que además están en esta categoría por meritocracia, que tienen un recorrido y una historia detrás de mucho esfuerzo y que también simbolizan todos los valores que queremos que no se pierdan en el fútbol femenino. Soy más partidaria de impulsar a los de abajo que cortar alas a los de arriba.
“Es importante que el equipo femenino del club de LaLiga pueda generar los recursos necesarios para ser rentable por sí misma”
Pero hay una realidad que es que tampoco puedes frenar la inversión de los que están invirtiendo, ¿no?
Este es el equilibrio que tenemos que conseguir. Tenemos que tratar primero que los proyectos sean sostenibles para los clubes independientes, dotarlos de recursos para que puedan tener proyectos sostenibles. Por otro lado, aquellos que sí dependen del fútbol masculino dotarlos de recursos que les hagan ser autónomos. Porque al final muchos clubes masculinos lo que reclaman es que el femenino tiene pérdidas, por lo que es importante que el propio equipo femenino genere los recursos necesarios para ser rentable. Creo que hay que convivir con esas dos realidades.
¿Para que crezca el fútbol femenino hay que poner un control económico?
Quizá no estemos todavía en el momento del control económico, al que llegaremos, pero no estamos en el momento de cortar por arriba a aquellos que sí están impulsando, porque también están abriendo camino y están mostrándose como referentes. Y es importante jugar con ese equilibrio. Quizá tenemos que intentar que la Liga que sea más competitiva y de mayor nivel.
Aquí la ventaja que tenéis como Liga F es que no hay ese desfase que la liga masculina tiene con la Premier League con 25 años de diferencia en cuanto a comercialización, que aquí si os sacan ventaja son poquitos años y aquí en un verano se la pega un giro.
Yo creo que hablar de 77 millones en un tiempo récord de tres meses y ya dice un poco el camino que vamos a llevar y las perspectivas, pero es cierto que solamente llevamos tres meses de andadura. Tenemos un sentido ascendente.