La primera persona que levantó la mano para presidir la liga femenina profesional fue Ainhoa Tirapu. En la precandidatura Unidas por el Fútbol, la exfutbolista del Athletic Club ha juntado fuerzas con Dolores Martelli, la mujer que dio un primer empujón a la liga con el patrocinio de Iberdrola y que también ha dirigido el área de fútbol femenino de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef). Tres claves marcan su programa: consenso, identidad y diferenciación, respecto al fútbol masculino.
“Las futbolistas tienen aspectos que se pueden explotar para generar mayor valor”, asegura Tirapu, que es Licenciada en Química y buscará avales frente a Maria Teixidor, exdirectiva del FC Barcelona, y Beatriz Álvarez Mesa, que cuenta con el apoyo de la mayoría de equipos adscritos a la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff). ¿Un ejemplo? “La mayoría de jugadoras de fútbol femenino son profesionales por sus carreas universitarias”. La entrevista se realizó el pasado abril, antes de la reciente convocatoria de las elecciones a la presidencia de la nueva Liga Profesional de Fútbol Femenino.
Pronto se cumplen dos meses del acuerdo para los estatutos, y todavía no hay fecha para la constitución de la gestora de la competición. ¿Entendéis que los clubes hayan tardado tanto en todavía la convocatoria?
Ainhoa Tirapu: Vamos tarde. Somos conscientes de que todavía hay muchos pasos por hacer, y ya quedan pocos meses para el arranque de la primera temporada de la nueva liga profesional.
Dolores, fuiste parte protagonista en el patrocinio de Iberdrola. Tras aquel hito, ¿ahora cuál será el gran reto?
Dolores Martelli: Sin duda, la prioridad va a ser la televisión. Si no se pudieran todos, debemos conseguir que se emitan la mayoría de todos los partidos para darle una ventana y visibilidad al fútbol femenino.
En el último año, la exposición de la liga ha estado marcada por debates y desencuentros. ¿Cómo afecta esto en los vestuarios, en lo que se les promete y lo que no?
A.T.: Veníamos de una época en la que el crecimiento era imparable. Se dieron ciertos avances, pero en pandemia se perdió la realidad y se fue para atrás. La pérdida del dinero de Mediapro ha hecho daño, porque lo que no se ve, no ocurre. Sin visibilidad estás muerto.
D.M.: El fútbol femenino necesita crear su identidad. Estamos en un punto de inflexión. La profesionalización es un punto importante para ello, y para crear: a nivel producto, hoy no tienes nada. Hay que desarrollar todo: identidad, valores, proyección…
“El fútbol femenino necesita crear su identidad. Hay que desarrollar valores, proyección…”
¿Qué se puede crear?
A.T.: Tenemos clubes independientes, que no tienen estructura masculina por detrás. Un fútbol más familiar. Hay muchas cosas que se pueden explotar para generar mayor valor.
Estos clubes independientes fueron los primeros en apostar por el fútbol femenino.
A.T.: No podemos crecer como liga si olvidamos la historia. Luego deportivamente, puede salir o no, pero la nueva liga profesional no puede dejar en el camino a los que han apoyado tanto a lograrla.
D.M.: Esos clubes independientes son los que marcan la diferencia con el masculino. Son vitales para desarrollar el fútbol femenino y, si se logra crecer en ingresos y en know-how, todo se puede compartir.
¿Qué se sabe del naming? ¿Creéis que continuará Iberdrola?
D.M.: Primero habrá que ver con qué activos se cuenta. Pero, sin duda, es un tema importante. Los hombres y las mujeres somos diferentes por naturaleza. ¿Por qué limitarnos siempre a las marcas que existen ya en el fútbol masculino?
A.T.: La mayoría de jugadoras de fútbol femenino son profesionales por sus carreas universitarias. Este es un valor diferencial. Ahora necesitamos socios estratégicos para explotarlo. Las marcas ven el potencial, pero muchas están a la espera de cómo se explotará la liga, de cómo se quiere desarrollar esa marca.
“Querer correr puede ser peligroso, sobre todo, en este primer año como liga profesional”
En otras ligas, ese desarrollo ya se ha comenzado. La Women’s Super League de Reino Unido ya ha revalorizado el naming y la televisión. ¿Se están escapando?
D.M.: Este tema me causa pena. Cuando yo empecé con el fútbol femenino, ellas miraban a España. Nosotros teníamos acuerdo con la televisión, ya llenábamos algún estadio... Hoy somos nosotras las que tenemos que mirar a Inglaterra. Somos responsables del parón que tuvo el futfem en España.
A.T. Querer correr puede ser peligroso. Hay que tener cuidado, sobre todo, en este primer año como profesional. Nos da miedo convertirnos en el nuevo baloncesto femenino. Hubo una época boyante de contratos, de convenios colectivos… Cuando yo era joven y no recibía nada por jugar al fútbol, ellas ganaban dinero. Y ellas ahora están como están. Por eso tenemos que concentrarnos en que el crecimiento sea sostenible y mantener vivos a todos los clubes. Si con la inyección de dinero creamos una burbuja, corremos el riesgo de tener pan para hoy y hambre para mañana.
¿Cómo valoráis los 31 millones de euros prometidos por el CSD para inversiones?
D.M.: Está claro que esta ayuda suma, pero deben tener un recorrido. Que sirva, por ejemplo, para que los clubes independientes no tengan limitaciones de horario porque sus instalaciones son municipales. Por lo demás, es lógico que el Gobierno quiera controlar, y puede ser positivo si lo hacemos bien entre todos.
A.T.: Será muy importante cuidar el escenario y las condiciones en esta nueva liga, porque eso repercutirá en futuro. Hay que buscar el equilibrio entre el imput inicial y el retorno para lograr el equilibrio. Necesitamos que crezcan los clubes y la liga, a la par. Para eso, a los clubes que no tienen una estructura tan sólida como otros, hay que ayudarlos a poder desarrollarla.
La última, ¿entenderíais que se eligiera un presidente y no una presidenta?
A.T.: Creo que hay mujeres suficientemente preparadas para poder dirigir la liga. Que haya diversidad de opiniones y candidaturas nos parece muy importante, pero esto es importante. Antes, en el fútbol femenino parecía que estaban los que no valían para el masculino.