Hard Rock Stadium: la transformación de un estadio de la NFL a un circuito de Fórmula 1

El estadio, con capacidad para 65.326 espectadores, no sólo alberga los partidos de los Miami Dolphins de la NFL. Es propiedad del dueño de la franquicia y hoy es sede de todo tipo de eventos.

Fachada del Hard Rock Stadium

Bernat Jové

El Hard Rock Stadium es la sede de los Miami Dolphins. El propietario del equipo de la NFL, Stephen M. Ross, es también dueño del recinto deportivo, que tiene capacidad para 65.326 espectadores y hoy es sede de todo tipo de eventos. La franquicia es reconocida y rentable, como todas las de la NFL. Eso sí: decidió ir más allá y llevarlo a cabo de forma disruptiva, innovadora, haciéndolo out of the box.

En la visita organizada para los participantes de del Miami Experience de la Escuela Universitaria UAX Rafa Nadal, del que forman parte estudiantes del MBA in Sports Management, queda clara una realidad: estamos ante una instalación inmensa y difícil de imaginar en los principales estadios europeos como el Camp Nou, el Santiago Bernabéu o Wembley. Son 72 acres de estadio, es decir, 29 campos de fútbol. Es un dato que define a una instalación clave en el desarrollo de negocio de la franquicia.

No es de extrañar que el estadio haya acogido seis Super Bowls (XXIII, XXIX, XXXIII, XLI, XLIV y LIV), la Pro Bowl de 2010, dos Series Mundiales de beisbol (1997 y 2003), cuatro partidos del Campeonato Nacional de la BCS (2001, 2005, 2009 y 2013), la segunda ronda del Clásico Mundial de Beisbol de 2009 y la WrestleMania XXVIII, entre otros. Todo ello siempre dentro del mismo estadio.

Su propietario es Stephen M. Ross, que se ha secundado de un nutrido grupo de ejecutivos que tienen muy claro el deseo de la compañía: ser una empresa con capacidad de organización de cualquier evento deportivo que pueda albergarse en esa gigantesca parcela. Y allí empieza el sueño: ¿Por qué no convertirse en la sede del Gran Premio de Miami de Fórmula 1? ¿Por qué no construir un circuito alrededor del estadio? Del american dream a la realidad transcurrió un tiempo prudencialmente corto.

 

 

Conversaciones con Liberty Media, la compañía estadounidense propietaria del Mundial de Automovilismo, reflejaron un mutuo interés por hacer crecer esta competición en Estados Unidos, donde reinan los circuitos ovales, tan sólo interesantes para el público local, en la Nascar.

Miami es la capital de los Estados Unidos latinos, por lo que ya tiene un potencial internacional. Liberty Media apostó por este circuito, sumándose así al de Austin y, posteriormente, incorporándose también Las Vegas. Así, Estados Unidos se convirtió en un punto neurálgico en el mapa intercontinental de la competición.

De este modo, se construyó un circuito de 5,4 kilómetros alrededor del Hard Rock Stadium. Se reunió el capital suficiente para abonar el canon anual a Liberty Media, y se asumió que el público local acogería como algo deseado la Fórmula 1. Así fue, pues se convirtió en un éxito desde su primera edición en 2022.  Nadie ha construido un modelo similar. ¿Fue Ross un visionario? ¿Un líder empresarial? ¿Un empresario osado? Un poco de todo.

En el entorno del desarrollo del deporte del motor, se ha tenido la visión de utilizar la zona del pit-lane y, más concretamente, el paddock para ofrecer estos espacios a la all-money people. Los súper ricos, en nuestro idioma, pagaban siete cifras por los distintos boxes donde pueden aparcar sus coches y conducir en el circuito durante las 50 semanas en que no se disputa la Fórmula 1. Abonando una cantidad adicional, pueden utilizar las instalaciones para organizar reuniones. Se trata de instalaciones privadas en las que pueden disfrutar de un servicio de lujo.

 

Los boxes del circuito de Fórmula 1 están disponibles en alquiler durante el resto del año, cuando no hay gran premio

 

La apuesta multideporte del Hard Rock Stadium no acaba aquí. El Miami Open también se mudó al estadio de los Dolphins en 2019, después de haberse celebrado en el Crandon Park de Key Biscayne desde 1987. El dueño del torneo, IMG, optó por cambiar de sede para darle más aire al torneo, y tener la capacidad de albergar a más público.

De ahí que se optara por crear la pista central de tenis sobre el terreno en el que juegan los Dolphins de la NFL, aprovechando que el torneo de tenis se disputa en un momento del año en que no hay temporada de fútbol americano. Se habilitaron el resto de pistas en el entorno del estadio, cerca del asfalto donde compiten los Fórmula 1. El torneo ahora reside más cerca de Miami y alberga mejor la competición.

De todo evento que organiza el recinto, la dirección asume que tiene clientes directos que pueden disfrutar de los mismos, pero también la opción de venderles experiencias. Todo es negocio: La venta de palcos y las suites de lujo que ofrece el estadio para los asistentes, al igual que la posibilidad de ofrecer eventos privados dentro de los eventos, lo que hace incrementar su rentabilidad.

La visión de Stephen M. Ross es la ambición de nunca conformarse y buscar constantemente nuevas formas para crecer, así como posicionar al Hard Rock Stadium como un activo clave y un referente en la industria del deporte y del entretenimiento.


¿Qué es el Miami Experience?

Del 23 de febrero al 1 de marzo, los estudiantes del MBA in Sports Management de la Escuela Universitaria UAX Rafa Nadal, liderado por Enric Jové y Steven Mandis, se embarcarán en la Miami Experience, un programa diseñado para ampliar sus conocimientos sobre la industria deportiva, que les permitirá ver de primera mano cómo funciona el deporte en uno de los mercados más grandes y exitosos del mundo.  

Durante esta semana, 2Playbook publicará crónicas y reportajes sobre un programa que pretende acercar la industria del deporte desde uno de los lugares más icónicos del sport business a escala global: Miami.

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