El fútbol ha construido una suerte de mística sobre momentos cumbre que son mitad heroica, mitad pillería. El gol de La mano de Dios, considerado el Gol del Siglo, seguramente nunca habría llegado a producirse de haber tenido entonces la tecnología de videoarbritraje (VAR), y hoy la historia se podría haber contado con un final muy diferente. Con el objetivo de dotar a los colegiados de más herramientas en su trabajo, la Fifa comenzó a impulsar su uso en 2016, momento en el que Grupo Mediapro comenzó a desarrollar esta tecnología. ¿Cómo ha evolucionado este sistema en los últimos cinco años y cuáles son sus principales retos?
El impulso del VAR llegó con la elección de Gianni Infantino como presidente de la Fifa. La tecnología comenzó a probarse en partidos amistosos de selecciones. Desde entonces ha evolucionado sobre la marcha, adaptando la normativa y las acciones que puede entrar a revisar a medida que se producían nuevas situaciones en los partidos. El objetivo era que el Mundial de Rusia 2018 se convirtiera en el gran escaparate de una tecnología ya madura.
Grup Mediapro fue de las primeras compañías en desarrollarlo, junto a otros gigantes como Sony, propietario de Hawk-Eye, o Vogo Sport. Logró la homologación de la Fifa en 2017, tanto para competiciones nacionales como para internacionales. Su primer cliente fue la Liga Portuguesa, que lo implantó ese mismo año. MEDIAPRO y Hawk-Eye lideran la prestación del servicio de VAR entre cerca de 20 compañías homologadas.
La tecnología del VAR ha evolucionado sobre la marcha, adaptando la normativa a medida que se producían nuevas situaciones en los partidos
“Desarrollar e implementar el videoarbitraje fue un paso lógico dentro de la cadena de valor de los servicios que se ofrece a los clientes. La innovación tecnológica forma parte de nuestro ADN”, explica José Luis Rubio, director de Broadcast & Media Services en Mediapro. Actualmente la compañía brinda estos servicios en más de cien países y en competiciones de la Fifa, Uefa, Conmebol, Concacaf, CAF o AFC.
En este punto, Rubio defiende que una de sus ventajas competitivas es precisamente cerca de tres décadas en la producción de retransmisiones deportivas, pues el VAR se basa en el uso de la imagen. “La diferencia entre Mediapro y otros operadores es la calidad de nuestra producción audiovisual, tanto a nivel de equipamientos técnicos como de los profesionales que lo operan. Esto garantiza una calidad y versatilidad en las imágenes indiscutible”, sostiene.
Grup Mediapro ha operado ya más de 12.000 partidos con videoarbitraje, y da o ha dado servicio a más de 20 torneos destacados del mundo. Entre ellas, LaLiga Santander en la temporada 2019-2020, la Liga MX BBVA, Primeira Liga, clasificatorios para el Mundial de Qatar, Copa América o Copa Libertadores, entre otros. “La clave es adaptar la tecnología a las necesidades de cada cliente. Tenemos la capacidad y los medios técnicos para prestar el servicio de VAR tanto para partners más premium, como para otros con necesidades o productos más accesibles”, asegura Rubio.
Una de las mayores oportunidades está actualmente en el fútbol femenino. A medida que avanza el desarrollo económico de sus clubes y ligas, también se requieren de más avances tecnológicos para cubrir sus necesidades.
¿Cómo funciona el VAR y qué retos afronta? El uso del videoarbitraje está regulado en base a estrictas reglas y escenarios específicos que no permiten la libre interpretación, si bien es donde hoy se centra el foco de la polémica en países como España. El árbitro asistente de sala sólo puede asistir al colegiado principal en caso de error claro o un incidente grave inadvertido. El árbitro principal siempre tiene la responsabilidad y última palabra, pero si el VAR interviene no puede omitir dicha información. Además, no se puede realizar una revisión si el juego se ha reanudado y tampoco hay límite para la revisión. Sólo se puede intervenir en caso de un posible gol, penalti, tarjeta roja o si el árbitro sanciona al jugador equivocado.
Hay solo cerca de veinte compañías homologadas para la prestación del servicio de VAR
La única temporada en la que Mediapro gestionó el VAR en LaLiga (2019-2020) el índice de acierto fue de casi un 99%. El videoarbitraje tiene lugar en una sala formada, como mínimo, por un árbitro asistente (llamado AVAR) y un operador que facilite las imágenes. La sala VOR (Video Operation Room) se nutre de las imágenes suministradas por todas las cámaras que se utilizan en la producción televisiva.
De esta forma los árbitros responsables del VAR disponen de toda la información posible y todas las imágenes disponibles. Sin embargo, si el organizador de la competición lo considera oportuno se pueden añadir cámaras adicionales específicas para el VAR. Y esa ha sido la principal apuesta de Mediapro como factor diferencial de su tecnología: la calidad de las imágenes y la producción audiovisual.
Para ello se ha servido de los avances en otros segmentos de la producción y retransmisión deportiva que ya desarrollaba para otros partners en materia audiovisual. La ventaja competitiva de Grup Mediapro es, precisamente, aprovechar el know how y los avances generados en el ámbito audiovisual para algunas de las principales competiciones del mundo. Entre ellas, llevar al VAR las innovaciones propias de los eventos televisivos como la calidad 4K de las imágenes, la grabación con drones o las cámaras cinematográficas.
“Respecto a los inicios, destaca por ejemplo la evolución en la fiabilidad a la hora de marcar un fuera de juego y la agilidad de los sistemas que permiten a los árbitros reducir los tiempos en la toma de decisiones gracias a la evolución de la tecnología y a todas las imágenes disponibles de la producción televisiva”, indica el ejecutivo.
Ahora bien, el VAR no pretende acabar con el error humano en el fútbol, algo imposible, sino mejorar la toma de decisiones. Sobre la mesa ya están posibles mejoras como el fuera de juego semiautomático. Este nuevo sistema recrea en 3D la posición de los jugadores cruzando datos, y ya se ha utilizado en la Supercopa de Europa o el Mundial de 2022. Ninguna liga lo ha implantado aún, aunque varias aseguran estudiar la posibilidad de hacerlo.
En España, la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) sacó a concurso la producción del VAR para el ciclo 2023-2027, anuncio que fue suspendido después de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid aceptase la solicitud de medidas cautelares de Grup Mediapro contra este concurso por contener unas bases de licitación anticompetitivas para favorecer su adjudicación a otras compañías.
En 2019, el organismo presidido por Luis Rubiales ya excluyó a Grup Mediapro, una decisión por la que la Justicia dictó que la RFEF debía indemnizar con 2,12 millones de euros a la compañía por cometer un abuso de posición dominante en el concurso de adjudicación del VAR de 2019.
Los principales retos en la actualidad pasan por “afinar cada vez más la línea de gol y el fuera de juego para minimizar los errores y homogeneizar las decisiones arbitrales al máximo”, afirma Rubio. También en el uso de los datos hay un gran camino por recorrer, ya que apenas hay un registro histórico acumulado aún. “Las acciones que controla el VAR generan multitud de datos que podrán utilizarse para crear estadísticas, analizar resultados globales o, por ejemplo, tendencias dentro de las competiciones. Ya se hace actualmente, pero en ese campo hay un largo camino por recorrer y muchas posibilidades para explorar”.