No es un monopolio, pero hoy pocas plataformas de televisión en España pueden ser capaces de competir con Movistar+ en la puja por los principales paquetes de derechos deportivos. A su favor juega una base de abonados formada por 4,1 millones de hogares al cierre de 2019 y la convicción de que las grandes competiciones son el mejor driver de altas. Sólo así se entiende que su inversión anual en la compra de estos contenidos ya esté muy cerca de los 1.450 millones de euros anuales, según datos recabados por 2Playbook de fuentes oficiales y estimaciones de la industria en aquellos acuerdos no hechos públicos.
El grueso de esta factura se la lleva el fútbol, especialmente el español. Telefónica logró hacerse con el principal lote de LaLiga Santander para el ciclo 2018-2021 en una puja al alza con Mediapro, para semanas después ampliar su apuesta a LaLiga SmartBank. Por la exclusiva de toda la Primera División paga 980 millones de euros anuales, mientras que por toda la Segunda de pago abona 35 millones más por campaña. Esta relación le permite llenar varios canales durante todo el fin de semana, y es ahí a partir de donde pivota el resto de la oferta.
Estos contratos de 2018 le permitieron tener el control directo de las retransmisiones, de modo que también asumía la producción de los canales y la posterior distribución entre los operadores que quisieran sublicenciarlos, como Orange. Y es lo que ahora también ha conseguido con la Uefa, a la que ha adquirido todos sus torneos de clubes para el periodo 2021-2024 de forma directa y sin necesidad de pasar por Mediapro, que en su momento logró la exclusiva con una fuerte económica que, posteriormente, recuperó cediendo a la teleco española.
Esta nueva relación le ha permitido rebajar la factura de aproximadamente 360 millones a 325 millones de euros por cada uno de los tres ejercicios, un 10% menos según los cálculos totales que ha hecho la multinacional que preside José María Álvarez-Pallete. “Está por debajo del precio pagado en el presente ciclo y sin incrementos interanuales”, enfatizó la dirección ante los inversores para justificar la firma, que le da acceso a la Champions League, Europa League, Supercopa de Europa, Youth League y Europa Conference League.
Telefónica ha rebajado la factura del fútbol a unos 1.350 millones de euros anuales
La propuesta futbolística de Movistar+ la completan las retransmisiones de la Bundesliga y la Serie A, por las que paga aproximadamente cinco millones de euros anuales, y la Ligue-1, que estaría en torno a dos millones, según varias fuentes del sector. En su momento estuvo la Premier League, pero la compañía decidió no igualar la oferta que planteó Dazn y triplicaba el precio hasta los cerca de 18 millones de euros. “En todas estas negociaciones hay que aplicar una regla de tres, donde el precio debe ser razonable y de mercado a partir del retorno que genera; lo que hemos conseguido de catálogo se ajusta a eso”, argumentaba días atrás en una entrevista con 2Playbook el director de deportes de la plataforma, Juan Andrés García Ropero.
El paquete de fútbol es el que más veces se repite en las distintas ofertas convergentes, y el mismo presidente de Telefónica España, Emilio Gayo, aseguró sobre estas renovadas inversiones que son “una clara demostración” de que el fútbol “es un activo que impulsa el negocio y le aporta rentabilidad”. “Nuestra plataforma Movistar+ continúa trabajando para seguir haciendo accesible el fútbol en nuestro país”, recordó antes del verano.
El deporte rey se lleva en torno al 92% de la inversión anual que realiza el grupo para confeccionar su parrilla en este ámbito. El siguiente deporte en el que más invierte es el motor, con la Fórmula 1 como producto estrella y que se ha asegurado retener hasta 2023 por un precio que en el sector sitúan en una horquilla de entre 55 millones y 65 millones de euros anuales.
Bropi da con argumentos para haber apostado por esta competición y no por MotoGP en su momento, pese a que las audiencias podían indicar lo contrario. El ejecutivo apuntaba en este diario que no sólo “genera mucho consumo con un público muy fiel a ese contenido”, sino que “a eso se le suma que las marcas automovilísticas le ven un atractivo en términos publicitarios”. A ello se añade ahora que Carlos Sainz pilotará para Ferrari en 2021 y que Fernando Alonso volverá a subirse a un monoplaza con Renault.
Aunque ya muy por debajo, el siguiente deporte al que más recursos destina Movistar+ es el baloncesto, donde ayer anunció la renovación con la ACB hasta 2023 tanto como socio audiovisual como en patrocinio. De haberse mantenido la política de contención, la liga española de baloncesto recibirá 8 millones de euros por sus retransmisiones y en torno a 3 millones anuales por patrocinio. La siguiente en caer podría ser la NBA, a la que paga 9 millones de euros por temporada y cuya futura continuidad había sido puesta en entredicho por la irrupción de Dazn, interesada en atraer a todo el público de la canasta con las dos principales competiciones de clubes en el mundo. Sin embargo, los problemas de la compañía durante la pandemia dificultan que pueda entrar fuerte a la puja.
Las otras dos disciplinas importantes para la compañía son el tenis y el golf, con acuerdos con ATP, European Tour y PGA Tour. En el mundo de la raqueta abona unos 10 millones de euros, cifra que se rebaja a 5 millones en el Green. “Golf y tenis, con los años que lleva en la casa, han construido una comunidad muy potente, y eso es algo que pasa también con la NBA y el “dormir es de cobardes”, sostiene Bropi.
A partir de aquí, Movistar+ ha optado por renunciar a productos consolidados como la Euroliga o MotoGP, que optaron por irse a Dazn en su estreno en España. Tampoco renovó con Asobal un contrato que en su momento, e históricamente ha fiado la oferta de polideportivo a las políticas de Eurosport, cuyo acuerdo de distribución le permite poder asegurar que sus clientes tienen acceso a todas las pruebas ciclistas y todos los deportes olímpicos, incluidos los Juegos.
¿Estas inversiones son altas o bajas? Por ponerlas en correlación con algunos otros proyectos de la plataforma de televisión de pago, en su día se cifró en 100 millones de euros la inversión anual que se destinaría a la producción de contenidos propios, con series como La Peste o El día de mañana. La programación del canal generalista #0 es de unos 30 millones de euros. La razón, según los expertos, que el deporte es la verdadera clave que explica que el ingreso medio por cliente de Telefónica sea mayor que el de sus competidores.