Mediapro pone en marcha la reestructuración de su deuda ante el duro golpe que la Covid-19 inflige a la industria del deporte y el entretenimiento. El grupo audiovisual ha iniciado conversaciones para refinanciar una deuda financiera que ronda los 920 millones de euros y entrar en el plan de ayudas del Gobierno a empresas estratégicas.

La solicitud de fondos a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) podría alcanzar hasta 300 millones de euros. Es una operación a varias bandas, en las que la coordinación está siendo asumida por el banco de inversión Rothschild y Kpmg, según avanza Expansión.

El rotativo económico apunta que, antes de abordar este movimiento, la compañía que lideran Jaume Roures y Tatxo Benet han sondeado el mercado para dar entrada a nuevos accionistas. Los actuales, entre los que figuran sus dos fundadores, WPP y la china Orient Hontai Capital como principal socio, ya aportaron 60 millones de euros en 2020.

Esa inyección de capital vino acompañada de un préstamo de 50 millones de euros con el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO), un crédito que ahora formaría parte de la reestructuración del pasivo que se quiere acometer implicando a todas las entidades financieras.

La deuda de Mediapro se divide en tres bloques, según su fecha de vencimiento. El primero es un crédito sindicado de 300 millones de euros con Barclays, BBVA, CaixaBank y Bankia -ahora integradas- y Citi, entre otros, con plazo de devolución en 2024. El segundo es una operación bullet con fondos como BlackRock y Goldman Sachs, por 380 millones y con una amortización única en 2025. El tercer tramo, que vence también en 2025, es de 180 millones con fondos como Barings.

Uno de los aspectos que podría ayudar al éxito de la operación es que Mediapro ha podido mantener la generación de ebitda positivo durante 2020, y este año confía en poder mantenerlo en torno a los 125 millones de euros. Ello, pese a que en el último año ha tenido que paralizar la producción de películas y series, así como la pérdida de los derechos de la Ligue-1 y la Ligue-2 en Francia, después de que los clubes no aceptaran renegociar el precio de 2020-2021.

En total, el grupo audiovisual cerró 2019 con unos ingresos de 1.817 millones de euros, un 7,5% menos que en 2018, y mantuvo su resultado de explotación (ebitda) en 224 millones de euros. Su plantilla supera las 8.000 personas en todo el mundo, de las cuales 5.000 trabajan en España.