Mediapro confía en recuperar cierta normalidad en 2021, al menos en términos económicos. El grupo audiovisual sufrió en 2020 uno de los años más complicados de su historia, que se cerró con un retroceso del 38% de la facturación, hasta 1.115 millones de euros, y unas pérdidas operativas de 260 millones de euros. En 2019, ejercicio previo a la Covid, el ebitda había sido de 224 millones de euros positivos.
“Las medidas de urgencia tomadas al inicio de la crisis han atenuado los efectos negativos sobre la actividad del Grupo”, sostiene la dirección en un comunicado. En el mismo se muestran moderadamente optimistas sobre 2021, para el que esperan recuperar la rentabilidad operativa, con 124 millones de euros; se desconocen las proyecciones sobre el resultado neto. En cuanto a la facturación, se contempla una mejora del 11% interanual, hasta 1.237 millones de euros.
La multinacional liderada por Jaume Roures y Tatxo Benet sostiene que “el efecto de la Covid-19 se concentra en el ejercicio 2020, esperando recuperar la tendencia al crecimiento en el presente ejercicio”. Es más, prácticamente todos los empleados afectados por un Erte ya se han reincorporado y sus proyecciones de recuperación “se reforzarán y confirmarán con un crecimiento aún mayor durante los años 2022 y 2023. Los datos del primer trimestre de este año confirman plenamente esta recuperación”.
Mediapro asegura que las cuentas del primer trimestre de 2021 confirman la recuperación del negocio
Entre otros impactos, las cuentas del último año incluyen la rescisión anticipada del contrato con la Ligue-1 que zanjó con una indemnización de 100 millones ante la imposibilidad de pactar una rebaja sobre el precio pactado inicialmente. También le afectó el desplome del negocio de los bares en España, donde tiene la exclusiva de LaLiga para estos establecimientos. Aquí, al menos, logró una rebaja de 28 millones sobre el contrato de 130 millones para 2019-2020 y el descuento en 2020-2021 podría subir a 70 millones, según explicó Javier Tebas, presidente de la competición, días atrás.
Mediapro, que llegó a plantear recurrir al rescate de la Sepi, sí logró distintas líneas de crédito avaladas por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que explican que la deuda neta pasara de 727 millones a 940 millones de euros al cierre de 2020.
El grupo no sólo se vio fuertemente impactado por la suspensión de competiciones deportivas, de las que producía catorce en el momento en que se declaró la pandemia. Su actividad en el mundo del cine y las series también se vio frenada en seco, dejando congelados dos largometrajes; también se encontraban en distintas fases de producción más de 100 proyectos de ficción y no ficción, y era responsable de la producción y gestión de 22 canales de televisión.
El grupo señala que el resto de líneas de actividad no fueron indemnes a la crisis, ya que “la actividad de producción audiovisual, Unidades Móviles y transmisiones se vio también paralizada con la suspensión de competiciones, eventos y producciones”. “Los grandes eventos en directo de las competiciones de eSports se anularon y disminuyó la inversión en publicidad y esponsorización”, añaden.