LaLiga impulsa su crecimiento en Reino Unido de la mano de Amazon Prime Video. La gestora ha alcanzado un acuerdo con la plataforma audiovisual del gigante del comercio electrónico para integrar su canal internacional en la OTT, que exigirá una suscripción adicional. De este modo, los clientes de Amazon Prime Video en Reino Unido podrán ver todos los partidos de LaLiga Santander, y la competición podrá acceder a una amplia base de suscriptores.
Hasta ahora, LaLiga tenía acuerdos audiovisuales no exclusivos con varios operadores, como ITV, que emite en abierto, y Premier Sports, que se mantendrá en vigor de forma compartida con Amazon Prime Video Channels. De hecho, este operador integró LaLigaTV el año pasado, tras alcanzar un acuerdo no exclusivo por tres temporadas, hasta 2021-2022, a cambio de compartir los ingresos por suscripciones. El acuerdo con Amazon Prime es parecido, ya que el canal corporativo se integrará en su plataforma, como ya hace Premier Sports.
El acuerdo con Amazon Prime se estrena este fin de semana, con la emisión del encuentro del Granada CF y el Atlético de Madrid. También se emitirán contenidos adicionales, como entrevistas y resúmenes de partido.
A raíz de la pandemia y del freno a las competiciones, los torneos europeos de fútbol han tenido que pactar con los socios audiovisuales ajustes en sus contratos por los derechos de televisión. LaLiga es de las que menos perjudicada sale, tanto en términos absolutos como relativos. La gestora presidida por Javier Tebas asumió compensaciones por unos 90 millones de euros en 2019-2020 y confía en que el roto de 2020-2021 por el canal horeca y algunos proyectos en mercados emergentes se quede en torno a 70 millones de euros, tal y como ha adelantado 2Playbook.
En la Premier League el agujero ha sido de 800 millones de euros entre impagos y renegociaciones, por los 435 millones en la Ligue-1. La pasará de una media de 1.160 millones en 2017-2021 a una cifra de 1.100 millones. Ahora bien, el ajuste ya se producirá este año, pasando de 1.350 millones que correspondían en el último curso del contrato a 1.200 millones, según publicó la revista especializada Kicker.
